A poco más de un año del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos, finalmente la isla caribeña recibirá la visita del presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
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Según anunció el organismo oficial del Partido Comunista de Cuba (PCC), la visita se realizará entre el 20 y 22 de marzo, y tendrá el propósito de adelantar el proceso de normalización de los vínculos bilaterales entre ambas naciones.
“Esta será una oportunidad para que el Presidente de los Estados Unidos aprecie directamente una nación enfrascada en su desarrollo económico y social, y en el mejoramiento del bienestar de sus ciudadanos. De lo que se trata en los vínculos con los Estados Unidos es que ambos países respeten sus diferencias y creen una relación basada en el beneficio de ambos pueblos”, subrayó el gobierno según informó Agence France-Press, una agencia francesa de noticias.
No obstante, según informó el periódico The Washington Post, el gobierno cubano está interesado en otro asunto en particular. Durante la histórica visita se espera que el presidente de los Estados Unidos visite un juego de exhibición entre el equipo nacional de Cuba y los Rayos de Tampa Bay. Se espera entonces que se concretice un acuerdo antes discutido privadamente que permitiría que jugadores del equipo cubano se integren a jugar en las grandes ligas. Para ello se requiere que el gobierno estadounidense apruebe una exención que permita que los jugadores puedan firmar contratos con las Grandes Ligas de Béisbol (Major League Baseball) sin tener que renunciar a su ciudadanía cubana.
Aunque Obama ha flexibilizado algunas restricciones, aún este asunto no se ha tratado, pues los jugadores de pelota cubanos son representados por la Federación Cubana de Béisbol. En la actualidad, para que los jugadores cubanos puedan unirse a las Grandes Ligas deben establecer su residencia en otro país y hacer declaraciones juradas que indiquen que ya no son bienvenidos en Cuba ni tienen planes de regresar a la isla.
“Más allá de las políticas y los programas, este viaje es acerca de marcar un hito histórico con la gente de Cuba e ir a un juego que represente nuestro pasado compartido es la forma en que el Presidente pueda compartir este momento con ellos. Obama está complacido de que las Grandes Ligas de Beisbol estén estableciendo lazos con el pueblo cubano y tiene la esperanza de que este sea un paso en la normalización de las relaciones, de una manera que beneficie nuestra gente e incremente los lazos entre ellos”, explicó Ben Rhodes, diputado de Seguridad Nacional de los Estados Unidos.