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The Lincoln Lawyer y el privilegio abogado-cliente

“You know what my father said about innocent clients? … He said the scariest client a lawyer will ever have is an innocent client. Because if you fuck up and he goes to prison, it’ll scar you for life … He said there is no in-between with an innocent client. No negotiation, no plea bargain, no middle ground. There’s only one verdict. You have to put an NG up on the scoreboard. There’s no other verdict but not guilty.» –Mickey Haller, The Lincoln Lawyer (2011)

por Héctor Meléndez Franco

The Lincoln LawyerThe Lincoln Lawyer es un drama judicial adaptado de una novela del mismo nombre escrita por Michael Connelly. La trama se centra en la vida de Mickey Haller (Matthew McConaughey), abogado contratado por la madre de un joven rico en Los Ángeles, California, que ha sido acusado de asaltar y violar a una prostituta. Sin embargo, al comienzo de su investigación Haller se da cuenta de la conexión a un caso anterior de la misma índole, algo que le crea un dilema ético-legal y lo expone a ciertos peligros.

Por un lado, la película presenta acertadamente varios temas judiciales y sus consecuencias éticas, como es el caso del privilegio abogado-cliente y el deber de confidencialidad. Pero por otra parte, a medida que avanza la historia, otros aspectos de los procesos judiciales no se tratan con la misma veracidad. Veamos un ejemplo de cada caso.

Cursos en línea de interésConducta profesional: la relación abogado-cliente — Ética del profesional del derecho ante agencias

Privilegio abogado-cliente y el deber de confidencialidad

Este tema se observa cuando Haller descubre que su cliente es un asesino en serie pero no puede informarlo ya que según el Código de Negocios y Profesiones de California (Sección 6060-6069e1), los abogados no pueden violar el privilegio de cliente-abogado y el deber de confidencialidad sin autorización del cliente aunque ambos estén en peligro. Esto incluye amenazas de muerte y cargos criminales. En este caso, la película hace un buen trabajo en exponer la relación entre cliente y abogado. Además, cuenta con escenas conmovedoras entre Haller y Louis Roulet (Ryan Phillippe), el cliente acusado, y entre Haller y Frank Levin (William H. Macy), su detective privado.

Código de conducta profesional

La Regla 1-120 del Código de Conducta Profesional de Abogados en California (Assisting, Soliciting or Inducing Violations) establece que ningún miembro puede asistir o solicitar ninguna conducta que viole las reglas de dicho código. En la película, Haller usa a una cliente presa como informante para que ella consiga que otro prisionero testifique en contra del acusado utilizando información del caso a cambio de una sentencia reducida. Vemos algunos asuntos ilegales o poco éticos en este intercambio. Primero, Haller está violando el privilegio abogado-cliente al divulgar información de un cliente a otro. A su vez, está violando el código de conducta profesional al pedirle a su otra cliente que le consiga un soplón a cambio de una sentencia reducida para otro prisionero. En este caso, la película no hace un muy buen trabajo en presentar los procesos de manera real y correcta.

En otras ocasiones también hay problemas con la representación de temas judiciales: cuando Haller le miente a un juez informándole que necesita continuar un caso al inventarse un testigo falso (Regla 5-200 del Código de Negocios y Profesiones de California y la Sección 6068 del Código de Conducta de Abogados en California) y cuando promete favorecer el negocio de un colega al ser recomendado como abogado de Roulet (Regla 1-320B del Código de Negocios y Profesiones en California).

Por lo expuesto anteriormente, entendemos que este drama judicial es un buen recurso para reflexionar sobre los procesos judiciales, el desarrollo de los casos dentro de la corte y las relaciones entre abogados.

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