Una florista del estado de Washington fue demandada por negarse a proveer flores para la boda de una pareja del mismo sexo, y podría responder personalmente por esas acciones, determinó un juez.
El juez Alex Ekstrom confirmó que el abogado del estado tiene la autoridad para demandar a la florista bajo las leyes de protección del consumidor y los estatutos anti-discrimen, reportó el Seattle Post-Intelligencer.
“Nosotros pensamos que la ley del estado de Washington es clara en que los negocios no pueden discriminar. Si usted le sirve a parejas de sexos opuestos, debe servirles a parejas del mismo sexo por igual”, explicó el licenciado Bob Ferguson luego de la decisión.
La batalla legal comenzó cuando un cliente de la floristería Arlene’s Flowers (propiedad de Barronelle Stutzman), Robert Ingersoll visitó la floristería con su pareja Curt Freed. Stutzman se negó a venderle flores para su boda, explicando que tenía conflictos con el matrimonio entre personas del mismo sexo por sus creencias religiosas.
Ante la denuncia de la pareja, la oficina del Fiscal General le escribió a Stutzman solicitándole que cumpliera con el Consumer Protection Act y el estatuto anti-discrimen.
Al ésta negarse, la entidad la demandó tanto a ella, en su carácter personal, como a su negocio, solicitando un interdicto para que esta cumpliera con la ley.
En la decisión reciente, el juez Ekstrom explicó que “el lenguaje claro de ambos estatutos apoyan la responsabilidad tanto individual como corporativa”.