Supreme Court of the United States

Supremo federal deniega habeas corpus por abogado ausentarse durante testimonio de un co-acusado

Supremo federal deniega habeas corpus por abogado ausentarse durante testimonio de un co-acusadoDescarga el documento: Woods v. Donald

Decidido: 30 de marzo de 2015

Cory Donald y cuatro amigos decidieron robarle a un traficante de drogas llamado Mohammed Makki. Rashad Moore y Cory Donald entraron a la casa y Seante Liggins permaneció en el auto esperando. Cuando los dos asaltantes entraron a la casa, dispararon en dos ocasiones y cometieron su robo. Un empleado de Makki, que estaba presente durante el robo, encontró muriendo en la cocina al traficante. Cuando los dos asaltantes regresaron al carro, Donald manifestó que habían robado $320. Tres semanas después arrestaron a Cory Donald.

El estado acusó a Cory Donald de un delito de asesinato en primer grado y dos delitos de robo a mano armada. Los acusados Seante Liggins y Fawzi Zaya se declararon culpables. Los otros tres fueron a juicio. En el juicio, el estado quiso admitir en evidencia las conversaciones telefónicas entre Moore, Saine y Donald el día en que ocurrieren los hechos. Los abogados se opusieron, excepto el abogado de Donald que manifestó, “yo no tengo un perro en dicha carrera. No me afecta en nada”. La corte tomó conocimiento de dichas palabras y realizó un receso. Cuando la corte inició el juico, el abogado de Donald no estaba presente. El juez decidió esperar por el abogado para continuar con la prueba de las llamadas telefónicas. Pero luego el juez decidió continuar sin su presencia por las palabras que el abogado había expresado. Cuando el abogado regresó 10 minutos después, el juez le notificó que sólo había discutido la prueba sobre las llamadas telefónicas mientras él estaba ausente y el abogado volvió a replicar, “sí vuestro Honor, como indiqué para el récord, yo no tengo un perro en dicha carrera y no estoy interesado en eso”.

El jurado encontró a Cory Donald culpable de los tres delitos imputados y fue condenado a presión por el resto de su vida. Donald decidió apelar y argumentó que merecía un nuevo juicio porque la ausencia de su abogado durante los 10 minutos en la discusión de las llamadas telefónicas el día de los hechos afectó su derecho bajo la sexta enmienda de la Constitución federal. El Tribunal de Apelaciones del estado de Michigan rechazó la alegación y el Tribunal Supremo de dicho estado no decidió atender el caso.

No obstante, al Tribunal federal de Distrito concedió un habeas corpus y el Tribunal de Apelaciones para el Sexto Circuito lo confirmó.

El Tribunal Supremo de los Estados Unidos, a través de una opinión per curiam, revocó al Sexto Circuito. Indicó que bajo el Antiterrorism and Effective Death Penalty Act de 1996 (AEDPA) el criterio para emitir un habeas corpus es que un tribunal emita una decisión contraria o irrazonable de derecho federal claramente establecido. Dicho derecho federal claramente establecido surge de las interpretaciones del Tribunal Supremo federal. El Sexto Circuito argumentó que el Supremo federal, en un caso llamado United States v. Cronic, 466 U. S. 648 (1984), estableció claramente que el estado de Michigan erró en el presente caso. El Supremo esbozó que las circunstancias atendidas en dicho caso eran distintas, que en dicho caso nunca se atendió que la ausencia de un abogado durante el testimonio, no por parte del fiscal, sino por parte de un co-acusado, violaba la sexta enmienda de la Constitución federal. Como el Supremo federal nunca ha resuelto dicha controversia, Cory Donald no merecía un habeas corpus federal.

Reseña por Joel Pizá Batiz