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Criminalistas argumentan sobre enmiendas al Código Penal

Criminalistas argumentan sobre las enmiendas al Código PenalEl pasado 28 de septiembre se llevó a cabo, en la Universidad de Puerto Rico, un foro sobre las enmiendas al Código Penal desde la perspectiva del abogado de defensa. En la actividad participaron los licenciados Luis E. Chiesa, Jorge Gordon, Iris Rosario, Luis Russi y Harry Padilla. Además fungió como moderador el profesor Ernesto Chiesa.

El profesor Luis E. Chiesa, quien es tratadista y director del Buffalo Criminal Law Center, realizó un análisis sobre algunas de las enmiendas al Código Penal, proceso en el que participó en conjunto con la licenciada Dora Nevares. Chiesa explicó que la motivación principal de las enmiendas lo fue la rebaja de las penas. Esto también significó el impacto mayor de los cambios realizados al Código Penal.

“Pienso que Puerto Rico es uno de los países más punitivos del mundo. En la Europa Continental y otros lugares de América las penas son menores incluso para delitos más serios”, explicó el criminalista.

A juicio de Chiesa no existe excusa para esto, puesto que si el interés es la prevención del delito, se ha comprobado empíricamente que el aumento en la severidad de la pena tiene un efecto mínimo sobre la cantidad de delitos cometidos. De hecho, según el también profesor de la Escuela de Derecho de SUNY en Buffalo, el dinero del estado se podría invertir de forma más efectiva trabajando “la certeza de la imposición de la pena” para que sea más eficiente y equitativa. Esto quiere decir que en lugar de que se legisle por penas más altas, el dinero debe invertirse en asegurarse de que las penas impuestas se cumplan de forma más eficiente y equitativa.

“La persona que comete el delito no piensa en el sentido económico de la pena, pero si lo hicieran, importaría más la imposición de la pena”, añadió.

Chiesa también explicó que el Código Penal de 2012 endureció las penas, causando que aún con las enmiendas aprobadas en el 2014, estas continúan siendo excesivas.

Entre los cambios que a juicio de Chiesa favorecen a la defensa se encuentran: la introducción de una regulación novel de la causalidad, el restablecimiento del concurso de leyes, el restablecimiento del tratamiento especial del concurso real, el cambio en los elementos subjetivos del delito, y la aclaración de que la tentativa sucede con conocimiento y a propósito y no por temeridad.

Por su parte, el licenciado Jorge Gordon, alertó a los presentes explicando que era una pena que no hubiera fiscales o jueces en la actividad, ya que en la práctica era muy difícil hacerle entender a los fiscales en qué consisten las enmiendas, que aunque parecen favorables, no son aplicadas correctamente en los tribunales. “Nunca será favorable si las personas que van a radicar los cargos no van a poder entenderlos y menos si el juez o jueza no puede entender”, enfatizó.

El abogado fue crítico del rol de los fiscales en los tribunales aduciendo que existe una práctica generalizada de querer imponer el delito de mayor grado aunque no se cuenten con los elementos necesarios para la acusación.

Por su parte, la licenciada Iris Rosario, de la Sociedad para Asistencia Legal de Puerto Rico, celebró el cambio que supone la adopción de la pena agregada en un 20%, pues esto disminuye proporcionalmente la pena de algunos convictos, a quien se les imponían sentencias de forma consecutiva, causando una pena excesiva.

Por su parte, el criminalista Harry Padilla subrayó que fuera de la discusión de las enmiendas al Código Penal, era necesario revisar y enmendar las leyes especiales, que no se han revisado desde su adopción. Este realizó a manera de ejercicio un cálculo sobre la posible imposición de pena a una persona que poseyera marihuana, resultando en una pena excesivamente dura. A juicio de Padilla no hay voluntad para “meterle mano” a estas leyes pues desde el 2004 se supone que existe una Comisión para atender el asunto y nunca se ha hecho.

El abogado Luis Russi coincidió con Padilla, explicando que no existe voluntad política para realizar los cambios necesarios. Este además criticó la mala administración de los fondos, que en lugar de invertirse en la educación de los niños y en la prevención, se gasta mucho más en sostener un sistema excesivamente punitivo.

Gordon coincidió con Russi e hizo un llamado para que los estudiantes hagan entender a los legisladores la importancia de la prevención, puesto que lo contrario supondría continuar teniendo nuevos códigos penales cada cuatro o cinco años.