«El que un ex juez del Supremo, luego de retirado, continúe ejerciendo su función como litigante es altamente cuestionable ya que raya en posibles conflictos éticos regulados por la profesión y por eso entendemos que es meritorio legislar para evitar esta práctica”.
Así justificó el representante Urayoán Hernández Alvarado el nuevo Proyecto de la Cámara 1311 que presentara hace escasamente dos días y que propone evitar que todo juez presidente del Tribunal Supremo retome su práctica como abogado litigante en pleitos en Puerto Rico, obtenga contratos de asesor en el gobierno, o haga labores de cabildeo, luego de retirarse de su posición.
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Esto se lograría mediante una enmienda a la Ley de Retiro de la Judicatura del 1954, que es la disposición legal oficial que dicta las pautas para los retiros de los jueces del Tribunal Supremo.
Según el Proyecto de Ley, debido al gran poder que ostenta un juez o jueza presidente/a del Tribunal Supremo, en el que incluso nombra supervisores, fiscaliza y asigna fondos, tiene una jerarquía que luego –al momento de volver a la litigación– crea desde el inicio un «escenario de aparente conflicto de intereses o algún tipo de aparente ventaja que resultaría nocivo y perjudicial para con la transparencia y el alto sentido de imparcialidad que debe gobernar y regir en nuestros tribunales de justicia».
Hernández Alvarado también explicó que a su parecer, un juez presidente del ese cuerpo superior no debe tener la necesidad de regresar a las cortes, pues cuenta con una pensión hasta su muerte del 10% de su sueldo ($125,000.00).
Este proyecto de ley surge en momentos en que en Estados Unidos se cuestiona y critica a Paul J. de Muñiz, ex juez presidente del Tribunal Supremo de Oregón por su inclusión en una firma de cabilderos contratados por la industria de los seguros.
«Me parece extraño que haya caminado hacia fuera de la puerta siendo juez presidente; y que ahora entre por la puerta de mi oficina como cabildero. Lo respeto, pero es como vender su título de juez presidente», señaló el representante Jeff Baker, quien trabajó con el juez de Muñiz durante una década.