Una secretaria legal de la Asociación Internacional de Secretarias Legales escribió una columna en el blog de la organización en la que explicó los parámetros bajo los cuales debe trabajar una secretaria que apoye a un abogado en sus gestiones laborales.
Ferole Tingley expresó que en primer lugar, es el abogado el que debe establecer claramente los parámetros bajo los cuales trabajarán quienes laboran en la oficina. Sin las instrucciones adecuadas, estos no tendrán claro qué está bien y qué está mal. Esto es necesario porque la conducta del personal de apoyo debe estar en compatibilidad con las obligaciones profesionales del abogado.
Por otro lado, explica la columnista, dado a que la secretaria puede tener contacto con el cliente, el establecer estos parámetros es particularmente importante, ya que esta no cuenta con el juicio profesional que la educación legal le ha provisto al jurista.
“La esencia del juicio profesional del abogado es su habilidad educativa para relacionar el cuerpo general y la filosofía de la ley a un problema legal específico de un cliente. Un secretario u otro ‘profesional’, sin importar su experiencia en el campo, no tiene esa habilidad afinada. Esto no es para degradar el nivel al que muchas mujeres u hombres se han levantado sin un grado en Derecho. La experiencia es una maestra fabulosa, pero hay cosas que no deberían ser atendidas por otra persona que no sea el abogado”, explica la columnista.
La labor del personal de apoyo puede incluir el explicarle a un cliente la etapa del proceso que el abogado atiende, pero no debe ser el de explicarle qué curso de acción tomar o los procedimientos a seguir. De ninguna manera, explica, debe una secretaria o secretario proveer asesoría legal a un cliente.
“Hay demasiadas cosas que podemos hacer para asistir a aquellos que han entrado en la campo de la asistencia a los profesionales del Derecho. No tan solo hay que enseñarles los procedimientos, se les debe enseñar acerca de la ética”, concluye la secretaria legal.