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¿Abogado por cuenta propia o trabajar en un bufete?

¿Abogado por cuenta propia o trabajar en un bufete?Según las estadísticas de la clase de 2014 publicadas por la National Association for Law Placement, en el 2015 cerca del 4.4% decidió comenzar su práctica privada en lugar de solicitar trabajo en una oficina de abogados.

El sitio web Law.com entrevistó a varios abogados, sobre sus razones y experiencias por la cual abrieron su práctica privada sin experiencia previa. Según la nota, algunos de estos abogados simplemente no encontraron trabajo en un bufete de abogados. Otros graduados entraron a trabajar a un bufete pero no les gustó. La falta de flexibilidad, autonomía y la falta de interacción directa con sus clientes, fueron elementos que tuvieron peso al tomar la decisión de elegir trabajar en la práctica privada.

Para quienes deciden permanecer en bufetes, una de los factores más importantes es el pago de los préstamos estudiantiles.

Michael Pernesiglio, un abogado de 27 años entrevistado por Law.com explicó que devengaba más dinero limpiando piscinas y sirviendo bebidas en una barra que en su trabajo como abogado asociado en un bufete. Aparte de que su sueldo ahora es mayor, la autonomía de poder decidir cuándo va o no a la oficina, lo que puede hacer a su antojo cuando no tiene trabajo. El letrado es parte de una incubadora que ofrece un espacio de oficina a 300 dólares mensuales, que utiliza para reunir a sus clientes.

La flexibilidad también es un factor importante para John Varga, quien manifestó que disfruta trabajar las horas que quiere trabajar. “También hay un sentido de satisfacción en ayudar a los clientes o solucionar de una mejor forma sus asuntos. Cuando los clientes me dicen que están contentos con el trabajo que hago por ellos, ese es el mejor sentimiento”, explicó Varga. Este también participa de una incubadora que asiste a los abogados de nueva cuña por un pequeño estipendio.

Tausha Riley, una abogada de Denver, abrió su práctica privada porque nunca pudo encontrar un trabajo en un bufete. Para Riley, lo más difícil de la práctica privada es el tener que fungir como recepcionista, administradora de oficina, secretaria, paralegal y abogada.