Descarga el documento: Department of Transportation v. Association of American Railroads
Decidido: 9 de marzo de 2015
En 1970, el Congreso de los Estados Unidos creó la National Railroad Passenger Corporation, mejor conocida como Amtrak. Debido a preocupaciones en cuanto a un servicio pobre, desconfianza y retrasos en las vías ferroviarias de la nación, el Congreso aprobó el Passenger Rail Investment and Improvement Act (PRIIA) de 2008. La sección 207(a) de dicha ley autoriza al Federal Railroad Administration (FRA) y a Amtrak, en consulta con otras entidades, establecer una serie de métricas y estándares que puedan ser utilizados en la mejora de los sistemas de trenes de pasajeros. En mayo de 2010 fue publicado el documento final elaborado por el FRA y Amtrak.
No obstante, la Association of American Railroads alegó que los estándares y métricas tienen efectos adversos sustanciales sobre los servicios de carga que estos ofrecen. Estos demandaron al Departamento de Transportación, la FRA y a otros individuos en su capacidad oficial. Alegaron que Amtrak es una entidad privada y que, por consiguiente, es inconstitucional que el Congreso le conceda autoridad para reglamentar la propia industria en que esta participa para lucrarse. Alegaron que dicha acción del Congreso violaba la cláusula de debido proceso de ley, dispuesta en la quinta enmienda de la Constitución federal. También arguyeron que se violaba el axioma constitucional de separación de poderes.
El Tribunal de Distrito denegó ambos reclamos. Por otro lado, el Tribunal de Apelaciones para el Distrito de Columbia revocó al Tribunal de Distrito y esbozó que Amtrak es una entidad privada y que el Congreso infringió el principio de separación de poderes.
La controversia en el presente pleito es: ¿viola el principio de separación de poderes que Amtrak implante métricas y estándares en la propia industria en la que participa?
El Hon. Anthony Kennedy emitió la opinión unánime del Tribunal. Manifestó que para los propósitos de elaborar métricas y estándares delegados por el Congreso en el PRIIA, Amtrak es una entidad gubernamental y no privada. Por tanto, aunque Amtrak fue creada bajo la premisa de que “deberá ser operada y manejada como una corporación con fines de lucro” y que “no es un departamento, agencia o instrumentalidad del Gobierno de los Estados Unidos”, no es catalogada como una empresa privada autónoma. Sus prioridades, operaciones y decisiones son extensamente supervisadas y financiadas por el gobierno federal. También señaló que Amtrak fue creada, controlada y opera para el beneficio del gobierno federal. Expresó que por Amtrak ser una entidad gubernamental, no se violaba el principio de separación de poderes al no haberse delegado los poderes legislativos del artículo uno de la constitución federal a una empresa privada.
Reseña por Joel Pizá Batiz