El estado de Tennessee no aprobó un proyecto de ley que hubiera convertido a la Biblia en el «libro oficial» del estado, garantizando que la controversial legislación no pase nuevamente este año. La votación fue 22-9, según reportara el diario Los Angeles Times.
Los votos para derrotar la legislación surgieron luego de que uno de los más famosos republicanos de Tennessee, el senador Mark Morris, explicara que «Satanás querría precisamente que pasara este tipo de legislación, pues le gustaban estas travesuras».
Antes de la votación, una de las voces en oposición al proyecto era la del Fiscal General de Tennessee, Herbert Slatery, quien indicó que una propuesta de convertir a la Biblia en el libro oficial de ese estado supondría la violación de la constitución estatal y federal.
“Convertir la Biblia en el libro oficial de Tennessee podrá significar presumiblemente un endoso a la religión. No se le debe dar preferencia, por ley, al establecimiento de una determinada religión o forma de culto”. También indicó que “la provisión es aún más fuerte que la cláusula de establecimiento de la Constitución de los Estados Unidos”.
El senador de la mayoría, Mark Norris, indicó que el Senado envió el proyecto nuevamente al comité para que revise las objeciones realizadas por Slatery.
“Soy cristiano, pero también soy un constitucionalista y un conservador. Sería fiscalmente irresponsable el poner al estado en una posición de gastar dinero de los contribuyentes defendiendo una pieza de legislación simbólica”, indicó Norris.
Uno de los defensores de la medida, el senador Steve Southerland, explicó anteriormente que a pesar de la opinión de Slathery, no se siente disuadido de continuar adelante con la medida.
“Esa es su opinión, yo tengo la mía”, indicó a Prensa Asociada.
Tennessee no es el primer estado que considera convertir la Biblia en el libro oficial. Luisiana y Misisipi consideraron hacerlo en años recientes pero esos esfuerzos fueron infructuosos.