“Los jueces del Tribunal Supremo Scalia y Thomas han violado la confianza del Tribunal con el partidismo político y conflictos de intereses. Aprueben el Código de Ética del Tribunal Supremo de 2015 para mantener nuestro tribunal máximo en un estándar ético”.
Más de 80,000 personas han firmado una petición en línea en la página CREDO Action, con el propósito de que el Congreso de los Estados Unidos adopte un código de ética para los jueces del Tribunal Supremo federal.
Según la petición, aunque durante las pasadas semanas se han emitido decisiones positivas de gran interés público como la del matrimonio gay y la de la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible, los jueces Clarence Thomas y Antonin Scalia han emitido disensos incendiarios contra la igualdad de matrimonio y una decisión contra las opiniones que denotan el nivel de extremismo político «en el ala derecha del Tribunal».
“Ese extremismo trae consigo un precio”, dice la petición. Ese precio, según el documento, es que se ha manifestado un descenso en la confianza de la sociedad por el Tribunal Supremo, que cuenta con solo un 30% de aceptación de la población estadounidense.
“Y esto no es sorprendente: los nueve jueces del Tribunal Supremo son los únicos jueces federales que no tienen un código de conducta vinculante. Ellos no tienen la obligación de abstenerse de participar en los casos en los que tienen un conflicto de interés y son libres de participar en actividades políticas”, señala la petición.
El remedio ante esta situación, según la petición, es un proyecto de ley de la autoría de la congresista Louise M. Slaughter, para concretar un código de conducta para el Tribunal Supremo que aseguraría que los jueces tomen determinaciones justas y se conduzcan de tal forma que se respete la imparcialidad y la integridad de la judicatura.
Algunos de los ejemplos de conducta impropia señalados en la petición son:
- Los jueces Antonin Scalia y Clarence Thomas asistieron a los hermanos Koch en sus funciones políticas, en momentos en que el Tribunal estaba considerando flexibilizar los límites de aportación en las campañas corporativas.
- El juez Samuel Alito Jr. habló en una cena de recaudación de fondos para la revista de corte conservador American Spectator. Para la actividad se vendieron entradas a 25,000 dólares el plato.
- El juez Thomas no reportó los ingresos de su esposa de la Fundación Heritage, incluso cuando ella presionó en contra de la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible mientras los casos se abrían paso al Tribunal Supremo. Este pudo inhibirse de los casos, pero a pesar de un claro conflicto de intereses con trabajo de su esposa, no lo hizo.
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