La juez del Tribunal Supremo de Estados Unidos, Hon. Ruth Bader Ginsburg, pidió disculpas por una serie de expresiones que hiciera sobre el candidato a la gobernación por el partido Republicano Donald Trump.
Las expresiones se realizaron en varias entrevistas —en CNN y The New York Times— en las que Ginsburg sin reserva alguna manifestó lo que representaría para el Tribunal que Trump se convirtiera en el próximo presidente de los Estados Unidos.
“Reflexionando sobre mis expresiones más recientes en respuesta a preguntas de la prensa, fueron desacertadas y me arrepiento de haberlas hecho”, expresó la magistrado.
Ginsburg llamó a Trump un farsante en una entrevista en la cadena CNN, y se expresó sorprendida de que la prensa no lo presionara más para que revelara su información sobre impuestos. La juez también señaló que no podía imaginarse «cómo sería este lugar, este país», si Trump fuera el presidente.
“Es un farsante, no tiene consistencia alguna sobre sí mismo. Dice lo primero que se le ocurre en el momento. Realmente tiene un ego. Me pregunto cómo se habrá salido con la suya sobre sus impuestos”, señaló en la entrevista.
Ginsburg también comentó que al principio pensó que era graciosa la posibilidad de que Trump pudiera ser presidente y que le parece que ha habido un contraste entre la cobertura y las críticas a otros candidatos, tratando los medios a Trump de forma menos severa.
El candidato a la presidencia reaccionó rápidamente a las expresiones de la juez, y por medio de la red social Twitter puntualizó que la magistrado debía renunciar y que su mente estaba “disparada”. No obstante, no ha abundado sobre sus expresiones.
Aunque la juez admitió que no debió haber hecho los comentarios, no se retractó sobre ninguno de ellos.
Sus acciones han sido criticadas por comentaristas sobre el tema de ética, que entienden que ningún juez debería comentar sobre los candidatos electorales. De hecho, el legislador republicano Paul Ryan opinó –según un artículo de CNN—que las expresiones estuvieron fuera de lugar.
“Para alguien en el Tribunal Supremo que estará tomando decisiones en el futuro sobre lo que haga el presidente y el Congreso, me llama la atención sus opiniones fuera de lugar e inherentemente parcializadas”, manifestó Ryan.