Nota de la editora: Esta es la primera de tres entrevistas con las tres figuras que dirigen la educación legal en Puerto Rico.
Por Perla del Mar Rodríguez Fernández
Cuando el profesor Fernando Moreno Orama se convirtió en decano de la Escuela de Derecho de la Pontifica Universidad Católica de Puerto Rico (PUCPR) en el 2018, no imaginaba que los cambios en los estándares de acreditación de la American Bar Association (ABA) y una pandemia mundial acapararían su agenda administrativa.
A pesar de todo, la Escuela de Derecho de la PUCPR ha logrado desarrollar sus objetivos innovadores, entre los que están dos maestrías en derecho y una Incubadora Legal para que sus estudiantes puedan comenzar a diseñar sus negocios jurídicos mientras completan su carrera.
El futuro de la educación legal en la Escuela de Derecho de la PUCPR significa ampliar su oferta académica y fortalecer el espíritu empresarial de su estudiantado.
La escuela retomó su proyecto de maestría en el 2020 con la primera maestría en derecho de salud —que se integra al ecosistema de salud que existe en el sur de Puerto Rico— y ahora en el 2023 continúan los proyectos con una maestría en derecho contributivo.
Las personas que cursen la maestría en derecho contributivo podrán obtener un LLM, si tienen un Juris Doctor. Si no tienen un Juris Doctor, deben haber completado una Maestría en Administración de Empresas (MBA), con concentración en Contabilidad o Finanzas, de una universidad acreditada. De no haber completado un MBA, debe poseer un bachillerato en Administración de Empresas (BBA), con concentración en Contabilidad, y ser un Contador Público Autorizado (CPA) con al menos cinco años de experiencia profesional.
No está de más destacar que la Escuela de Derecho de la PUCPR fue la primera en establecer una maestría en derecho en Puerto Rico a principio de los 80.
Al mismo tiempo, la escuela desarrolló la incubadora de negocios legales. «Nuestros estudiantes van a ser empresarios, van a montar su oficina. Así que sabemos que eso es un área que hay que reforzar. Si tú vas a montar tu negocio, no basta con que tú sepas redactar una demanda. Tienes que saber de permisos y de contribuciones […] y toda esa logística de correr un negocio», puntualizó el decano Moreno Orama.
Escucha la entrevista completa aquí.
A pesar de terremotos, pandemia y huracanes
Mientras destacaba los retos que representa retomar la normalidad en una zona que ha sufrido terremotos, huracanes y pandemia en menos de cinco años, el decano Moreno Orama puntualizó la admiración que siente por sus estudiantes.
«Es una generación de personas que se ha sobrepuesto a todo. Ellos pudieron haberse quitado. Pudieron haber hecho otras cosas con sus vidas por estos pasados tres años y siguieron. Se graduaron. Para mí, son mis héroes y mis heroínas. No todo el mundo tiene la madera para enfrentar la cantidad de retos tan corridos como ellos en una etapa de su vida tan importante», enfatizó Moreno Orama.
Las personas que llegan la Escuela de Derecho de la PUCPR no solo han experimentado la educación a distancia por pandemia del COVID-19. También fueron las personas que más sufrieron los terremotos que comenzaron a finales de 2019 y que luego vivieron los peores estragos por el huracán Fiona en el 2022.
¿Qué hace la Escuela de Derecho de la PUCPR para apoyarles? En primer lugar, la Escuela de Derecho de la PUCPR se está dedicando a identificar las áreas en que sus estudiantes necesiten más apoyos y a establecer dinámicas para integrarles y atraerles al aula presencial. Es decir, traerles a la educación presencial, pero sin abandonar totalmente algunas ventajas de la virtualidad.
En el mediano plazo, el decano Moreno Orama se propone identificar las estrategias, el tamaño de los grupos, los docentes y los métodos de evaluación para así ofrecer cursos híbridos o a distancia.
«Estas conversaciones se están dando y se van a seguir teniendo en la facultad», explicó el decano tras señalar que los estudiantes que llegan a la escuela han experimentado la educación virtual en sus bachilleratos y van a querer integrarla en su educación legal.
En segundo lugar, para la escuela es indispensable desarrollar comunidad entre los estudiantes que regresan presencialmente a sus clases. El decano enfatizó que la carrera comienza desde el primer día en la Escuela de Derecho y es importante que los estudiantes puedan hacer comunidad junto a sus pares.
Los estándares de la ABA
«Estos últimos cinco años han sido de cambio continuo», sostuvo el decano Moreno Orama a Microjuris.
Los cambios comenzaron cuando la American Bar Association anunció en el 2018 la transformación de su estándar 316, que requiere que el 75% de los estudiantes que se sientan a tomar el examen pasen la reválida en los primeros dos años.
«El cambio de la ABA dictó la agenda», sostuvo el decano.
«Las escuelas hemos hecho frente común. Con los otros dos decanos tengo una deuda infinita […] por la forma en que han colaborado. Hemos colaborado con este asunto y nos hemos podido comunicar con el Tribunal Supremo», puntualizó Moreno Orama.
Este esfuerzo entre decanos sumado a la disposición del Tribunal Supremo de Puerto Rico (TSPR), logró que se revisara una nota de pase de la reválida general.
Sin embargo, para el decano Moreno Orama, la revisión de la nota de pase no puede ser el punto final en la conversación sobre las reválidas.
«Hay trabajo por hacer y en Estados Unidos ahora mismo se están dando conversaciones y a lo mejor me estoy adelantando a lo que va a ser el futuro. En Estados Unidos se están dando conversaciones sobre nuevos exámenes de reválida. Hay un proceso lento, pero que yo creo que lo vamos a ver en algún punto y es que se va a uniformar la reválida de los abogado a nivel de Estados Unidos, como pasa con los médicos, como pasa con los CPAs o como pasa con otras profesiones», puntualizó.
«Aquí tenemos que estar pendiente a esas conversaciones porque no podemos quedarnos atrás y esperar que se tomen decisiones por los entes reguladores y entonces nosotros acá tratar de caer en tiempo, porque hay unas barreras claras. Está el idioma. Está la cultura. Está nuestro sistema jurídico», añadió.
¿Por qué una reválida?
Para el decano Moreno Orama, una pregunta que hay que hacerse es «¿por qué una reválida?». El decano cuestionó que se haga un examen desconectado de las escuelas y señaló que se debe repensar la cantidad de materias que se evalúan, los temas que se abordan y las alternativas que puedan haber al examen.
El decano puntualizó que la reválida actual lo que mide es memoria. «Hay mentes jurídicas que uno conoce que son excepcionales y se cuelgan en la reválida. Hay otras personas que no tienen una mente jurídica tan definida y pueden memorizar y pasan la reválida», señaló.
«Hay varias jurisdicciones que se han movido a alternativas de licenciamiento», señaló. Un ejemplo significativo para el decano es el estado de Wisconsin. Las escuelas de derecho y el Tribunal Supremo estatal tienen una excelente relación y hay una serie de pasos y asuntos que deben pasar para que una persona termine su educación jurídica, pero una vez se gradúa, obtiene su licencia y no tiene que tomar una reválida.
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Moreno Orama también cuestionó cuán efectiva sea la reválida en términos de proteger al público. «Yo no sé si la reválida es el mecanismo más efectivo», añadió.
«En Estados Unidos se han establecido las reválidas, y hay papers sobre eso, como una cuestión de mantener ciertas comunidades fuera de la práctica. En la medida en que se iba acabando la segregación, empezaron a surgir estas reválidas. ¿Y quién pasa la reválida?», continuó.
Además, recordó que en Puerto Rico la reválida era oral y la pasaba más del 90% de las personas que tomaban el examen. Esto cambió, según el decano Moreno Orama, cuando se abrieron dos escuelas privadas de derecho. «Hay una barrera que coincide con el establecimiento de las nuevas escuelas».
Pensar fuera de la caja
Mientras la reválida se queda en la agenda, Moreno Orama se ha dado a la tarea de pensar en tendencias fuera de la caja como un bachillerato en derecho.
No se trata de un programa prejurídico. Se trataría de un programa donde estudiantes puedan salir a ser paralegales, por ejemplo. Si quieren expandir la carrera, luego pueden hacer un Juris Doctor. Esta tendencia se está dando en Estados Unidos y el decano Moreno Orama está viendo sus opciones para continuar ofreciendo programas innovadores.
Asimismo, la Escuela estará atenta cómo se comporta el mercado de las admisiones luego de la pandemia. «Yo no sé por qué, pero durante la pandemia las solicitudes y las admisiones subieron. Ya están bajando», aseguró Moreno Orama.
El futuro de la educación legal también contempla otros cambios en los currículos y en la aproximación a los sesgos por discrimen racial. Las escuelas de derecho acreditadas por la ABA ahora tendrán que preparar a sus estudiantes para que no reproduzcan prejuicios y estereotipos racistas.
El perfil de la escuela y sus estudiantes
Al pensar en las características principales de la Escuela de Derecho de la PUCPR, el decano Moreno Orama destacó el carácter religioso, que es la única escuela que está fuera del área metropolitana y que tienen la matrícula más pequeña y así desarrollan un espacio de familiaridad entre la comunidad de estudiantes, docentes y personal administrativo.
No hay un salón con 60 estudiantes, donde el profesor o la profesora nunca se aprenderá el nombre de sus estudiantes, aseguró Moreno Orama. Entre el programa de Juris Doctor y las maestrías en derecho, hay cerca de 500 estudiantes.
En la Escuela de Derecho de la PUCPR, el enfoque son sus estudiantes y lo que esperan sacar de su educación jurídica.
Moreno Orama destacó dentro del perfil de sus estudiantes que son personas que quieren montar su propio negocio y que tienen el anhelo de servir a sus comunidades.