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Puerto Rico como enfoque para profesionales latinoamericanos en visas por interés nacional

El Lcdo. Jean-Paul Castro Lamberty, (Colombo & Hurd PL) aborda con ejemplos por qué Puerto Rico está designado como una zona de oportunidad

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Por Lcdo. Jean-Paul Castro Lamberty, (Colombo & Hurd PL)

Desde la década de los 90’s, la ley de inmigración estadounidense (INA) proveía una dispensa de los requisitos de ofertas y certificaciones laborales para ciertas peticiones de visas de inmigrantes basadas en empleo.

No obstante, a pesar de que este principio estaba enmarcado en la ley, el marco regulatorio se encontraba muy restringido por cerca de un cuarto de siglo.

En el 2016, con la publicación de Matter of Dhanasar, 26 I&N Dec. 884 (AAO 2016), se relajaron los estándares aplicables para ofrecer a ciertos profesionales no estadounidenses, un camino viable y hasta cierto punto expedito para optar por la residencia permanente.

Como punto de partida, aún prevalecen los requisitos pautados para la categoría EB-2. Es decir, el cumplimiento con los lineamientos de «advanced degree».

Aún así, Dhanasar faculta para que luego de la clasificación objetiva en la EB-2, USCIS puede otorgar una dispensa de los requisitos puntuales para las peticiones de empleo convencionales sujeto a tres requisitos.

  1. Que el esfuerzo propuesto tiene tanto merito sustancial como importancia nacional.
  2. Que el aplicante extranjero está bien posicionado para adelantar el esfuerzo
    propuesto.
  3. Que en el balance, es beneficioso para Estados Unidos prescindir de los requisitos de
    oferta laboral y por tanto de una certificación laboral.

Es sobre el primer requisito que Puerto Rico tiene una oportunidad única que no debe ser desaprovechada por los ciudadanos extranjeros que quieran inmigrar a Estados Unidos; y tampoco por el gobierno y la empresa privada de la isla, que quiera atraer a profesionales de primer orden.

El fácil acceso de Puerto Rico a las costas sur y este de los Estados Unidos, el español como primer idioma, el clima agradable durante todo el año y los beneficios contributivos como la exención del pago de impuestos sobre ingresos a nivel federal, pone a la isla en un sitial único y con mayores ventajas que incluso estados como Florida, para atraer a profesionales latinoamericanos.

Dhanasar establece que el mérito del esfuerzo puede ser demostrado en un sinnúmero de campos como negocios, ciencias, tecnología, cultura, salud o educación por mencionar algunos.

Aunque preferible ese esfuerzo no tiene que traducirse necesariamente en beneficios económicos inmediatos o cuantificables.

Del mismo modo, el requisito de importancia nacional no está delimitado por el impacto geográfico de la propuesta, sino en las potenciales implicaciones que tiene la propuesta en el campo, ya sea desde beneficios económicos sustantivos, impacto en áreas o sectores vulnerables, o cuestiones alineadas con prioridades gubernamentales.

Si bien es cierto que los últimos años han sido difíciles para la isla en todo el sentido, esfuerzos que propongan atender alguna de las tantas áreas de oportunidad que tenemos, hacen muy viables el cumplimiento del primer requisito de Dhanasar en el proyecto que se presenta como parte de esta petición.

A continuación, algunos ejemplos:

  1.  Prácticamente todo Puerto Rico está designado como una zona de oportunidad (Opportunity zones) lo que facilita que profesionales en el ámbito de los negocios y la economía, propongan proyectos a beneficio del desarrollo económico de la isla.
  2. Un sinnúmero de iniciativas federales y estatales promueven la recuperación y modernización de la infraestructura eléctrica de la isla, lo que provee un campo fértil para la implementación de proyectos por parte de ingenieros y otros profesionales que intervienen en ese campo.
  3. Las asignaciones millonarias por parte de FEMA a fines de promover los esfuerzos de reconstrucción luego de los huracanes y terremotos de los últimos años, permiten la creación de un sinnúmero de propuestas por parte de ingenieros, arquitectos y todo tipo de profesionales relacionados al campo de la construcción.
  4. Casi la mitad de la población puertorriqueña padece de algún tipo de discapacidad o diversidad funcional, lo cual facilita una amplia gama de esfuerzos en el campo de la salud por profesionales relacionados a este campo.
  5. La producción agrícola ha disminuido sustancialmente en los últimos 20 años, de modo que proyectos relacionados a atender ese sector ya sea desde la implementación de tecnologías hasta el manejo de los procesos, hacen este un campo viable para un sinnúmero de profesionales.

El hecho de que gran parte de los problemas colectivos que enfrentamos son objeto de iniciativas gubernamentales y que dada nuestra extensión territorial se puede argumentar que una propuesta por un profesional extranjero va a tener un impacto sustancial, hace que las visas de empleo por interés nacional sean un mecanismo de desarrollo y posicionamiento que Puerto Rico no debe desperdiciar.

Este recurso migratorio, trabajado apropiadamente, puede servir como una herramienta con la que el gobierno puede mitigar la llamada «fuga de cerebros» e incluso la disminución poblacional.

Del mismo modo, con el enfoque correcto puede volver a poner al país en el sitial de conector entre Latinoamérica y los Estados Unidos continentales, lo que necesariamente constituye una herramienta de desarrollo económico y nacional.

El gobierno estadounidense ha sido consistente en señalar que tiene la intención de utilizar todas las visas disponibles bajo la clasificación EB-2 en el presente año fiscal. Puerto Rico tiene mucho que ofrecer y que recibir de profesionales latinoamericanos.

Aprovechemos este mecanismo único.

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