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Consejos y estrategias de cara a la reválida de la abogacía

Consejos y estrategias de cara a la reválida de la abogacíaLlegó el mes de mayo y con ello la época más estresante para los graduandos de las facultades y escuelas de derecho en Puerto Rico: el momento de pensar que sólo en un par de meses tomarán la reválida de la abogacía y que es ahora cuando tomarán decisiones que determinarán si logran salir airosos de ese proceso. Las interrogantes son muchas, desde qué estrategia adoptar para los estudios, hasta qué repaso tomar.

Como parte del proceso es común que los graduandos se acerquen a abogados revalidados para que contesten sus dudas más importantes. Es también común que cada persona tenga su perspectiva de los elementos que contribuyeron a que tuviera éxito o fallara en pasar el examen. Microjuris.com entrevistó a varios abogados que revalidaron en septiembre de 2014, para que estos ofrecieran sus consejos más valiosos a los candidatos a tomar la reválida en 2015. Antes de leer los consejos que incluimos a continuación, es preciso tomar en cuenta que cada persona funciona de forma distinta a la hora de abordar sus estudios y que, por tanto, cada estudiante debe decidir de antemano qué estrategia utilizar y reafirmarse en ella a lo largo del camino. Hemos dividido las citas de los entrevistados por tema, para facilitar la lectura. A continuación las recomendaciones:

¿Debo tomar un repaso?

En Puerto Rico se ofrecen varios repasos para la reválida. Algunos de ellos incluyen sesiones de práctica de las preguntas de reválida, así como los materiales a utilizarse. No obstante, según una de nuestras entrevistadas, tomar un repaso no es necesario siempre. Esta es una decisión que no debe tomarse a la ligera “pues puede terminar siendo dinero perdido”.

Si posees disciplina, sabes organizarte efectivamente y así lo has hecho durante tus años de derecho, probablemente no lo necesites. Los repasos ayudan a establecer un ritmo de estudio y a tener presente los profesores que pueden contestar tus dudas, si tienes alguna. Toma la decisión teniendo en cuenta los recursos que ofrecen los repasos y si los necesitas. Sobre los materiales, recopila tus notas y repasos de las clases en la universidad, que pueden ser un recurso invaluable.

Uno de nuestros entrevistados opinó:

«Mi opinión es que cada persona se conoce, por lo tanto, debe saber si necesita el curso para “refrescar” sus conocimientos en Derecho. En otras palabras, un curso de repaso no es un requisito para pasar la reválida. Yo no tomé un curso y me fue bien. Es una decisión que debe ponderarse con cuidado dada la gran inversión que implica. Sin presiones de terceros».

Establecer una meta personal

Ten clara tu meta personal.

“La mía era NUNCA volver a tener que encerrarme a estudiar por 3 meses. Cuando estaba a punto de tirar la toalla, me acordaba que en el gran esquema de las cosas son 3 meses intensos de estudio en comparación a nunca jamás volver a estudiar para la reválida. Siempre tuve claro que tenía que dar mi máximo y hacer TODOS los ajustes necesarios en mi vida para que pasara lo que pasara con los resultados, yo fuera a estar complacida con mi desempeño”.

Es un proceso en gran parte mental, hay que mantener una actitud positiva y creer en ti mismo. Es difícil, es demasiado material pero hay que intentarlo sin dejar que la frustración se apodere de tu persona.

Habla de antemano con tu familia, pareja y amigos. Estos son parte y tienen que cooperar en no crear distracciones y ni exigir tiempo. Tu enfoque debe ser estudiar.

Habilita un área de estudio

Antes de que llegue el momento de estudiar para la reválida, habilita un espacio donde te sientas a gusto y que puedas utilizar para estudiar cómodamente, sin distracciones. Otra opción es estudiar en la biblioteca de tu escuela.

Establece una rutina

Estudiar para la reválida es como un trabajo. Necesitas hacerlo una rutina 6 días a la semana. Deja tiempo para hacer ejercicios, comer, descansar y dormir. A la misma vez es un maratón. No puedes explotarte. Necesitas dormir, necesitas comer y necesitas tomarlo un día a la vez.

Calendario de estudios

Prepara un calendario de estudios que contenga al menos tres rondas por materia. Si es posible, que sean cuatro. Esto dependerá de cuán temprano comiences a estudiar. Trata de seguirlo al pie de la letra. Algunas materias requerirán más días de estudio que otras. La repetición es la clave.

Cuenta los días que restan desde el momento que empezarás a estudiar hasta el día antes de la reválida y a base de ello determina cuántas rondas puedes dar y cuánto tiempo tendrías para cada una.

“Yo hice 3 rondas: la primera la hice mientras cogía el repaso (cuando salía del repaso, almorzaba algo y luego repasaba intensamente el material que fue objeto de ese día, revisando con mis notas y demás, y luego de haber terminado leía la parte que iba a ser discutida al otro día en el repaso); la segunda ronda la hice de 2 días por materia (exceptuando Obligaciones y Contratos que fue tres – uno de Obligaciones, uno de Contratos y uno de Contratos especiales – Ética fue uno y Constitucional dos y medio), teniendo presente en qué materias eres más débil y viceversa; y la tercera ronda es la importante”.

El orden en que se estudien las materias es importante también y tienes que determinarlo ANTES de hacer tu calendario. Es importante agrupar temas que se complementan juntos (Procesal Penal y Penal, Obligaciones y Contratos, Reales e Hipotecario, etc.) y qué temas tienen que ir en cierto orden (Obligaciones y Contratos antes de Reales, Reales antes de Hipotecario, Constitucional antes de Procesal Penal).

Relájate

Toma un día de descanso a la semana. Es importante relajarte, despejar la mente y dejar que tu cerebro absorba todo lo estudiado. No debes permitir desgaste. Igualmente, es importante sacar un día para estar con amigos o familiares y para poder salir a pasear, a la playa, ir a la iglesia— en fin simplemente despejarte. Lo importante es que el día es de descanso. No puede ser un día donde hagas cosas que luego te exploten y te hagan perder otro día más luego.

Las emociones juegan un papel BIEN importante en el proceso y aunque a veces vas a sentir frustración y ansiedad hay que trabajar con eso y mantener, ante todo, una actitud positiva. A veces estudiar junto a alguien de confianza ayuda durante el proceso para sentir que no se está solo y para aclarar dudas mutuas. No estudies más de 10 horas diarias. Duerme y come bien.

Dedica al menos una hora y media del día a hacer algo que no esté relacionado a la reválida: ver una película, leer un libro que te guste, hacer ejercicios, conversar con amigos, etc. Utiliza también los períodos de la comida para despejarte.

Toma al menos medio día libre (si te es posible, que sea uno) cada semana hasta el mes antes del examen. En agosto o febrero, dedícate exclusivamente a estudiar y hazle saber a tu familia, pareja y amigos que no estarás disponible, salvo en muy limitadas ocasiones. Pocas personas lo entenderán, pero no debes dejar que eso te afecte. Es momento de pensar en ti y en todo lo que has trabajado para poder tomar ese examen. Estás a un solo paso de tu meta.

¿Estudio solo o con alguien?

Si tienes la oportunidad, toma algunos días para discutir materias en voz alta con otros colegas. Esto te permitirá disipar cualquier duda y hasta ayudar a algún compañero con las suyas.

Ya en la recta final, funciona estudiar en grupo pues surgen preguntas y se aclaran dudas. Separa por lo menos una sesión de un día para estudiar en grupo.

Redes sociales

Varios entrevistados recomendaron cerrar Facebook porque consume tiempo de forma muy intensa. Piensas que vas a chequear qué ha pasado y de repente llevas seis horas y se te acabó el día.

Cuándo comenzar a estudiar

“La reválida es un examen que no mide inteligencia sino estrategias de cómo contestar un examen estandarizado. Una necesita mucho enfoque y seguridad. Ese enfoque y seguridad, para mí, te lo da el que te enfrentes a la reválida desde el principio. Es decir, mientras más temprano comiences a practicar más rápido sabes qué buscan los examinadores, cómo estudiar y cómo enfrentarte a ella una vez llegue el día”.

Métodos de estudio

«Todo el mundo tiene un método de estudio diferente. Si hasta ahora te ha funcionado, no cambies el tuyo por el de otra persona. Creo que muchas veces las personas, incluyéndome, se abruman porque todo el mundo tiene una forma de estudiar, ya sea con ‘index cards’, leyendo, haciendo preguntas, y los consejos pueden parecer reglas fijas para pasarla pero en realidad ningún método es mejor que otro. Acepta los consejos y aplícalos si los necesitas, pero no cambies lo que te ha funcionado hasta ahora».

Memorizar, memorizar, memorizar

No estudiar inteligentemente, sólo para memorizar. El miedo colectivo es más grande que el reto que se tiene por delante.

Sobre los mamotretos

Sobre este tema hay puntos de vista variados. Mientras que algunos entrevistados entienden que se debe delimitar los mamotretos a utilizarse y atenerse a ellos, otros entienden que es útil consultar más de uno para aclarar dudas o para remediar la insuficiencia de alguno:

“Delimita cuidadosamente lo que vas a estudiar y dedícate a eso. Habrá mucho material que estudiar. Escoge bien 1 o 2 mamotretos que mejor te convienen y olvídate de los demás”.

“Mi consejo principal para estudiar: leer los mamotretos, no mezclarlos y tratar de dar dos vueltas y hacer ‘index cards’. Una vez das las dos vueltas, saca un mes (o lo que le funcione a la persona) para sacar dos días por materia y hacer todas las preguntas, como si estuvieses tomando el examen. Antes de practicar las preguntas, el primer día de esa materia por la mañana, lee los ‘index cards’ que preparaste”.

“Varias rondas. La primera fue para hacer mis libretas (repasos por tema). Eran ‘heavy’. Todavía las uso para trabajar. Cogí varios mamotretos y los leí en voz alta e hice mi propio repaso, en mis palabras, con mi manuscrito, y la manera que mejor me parecía. Segunda ronda, (mamotretos no los toqué) usé las libretas e hice ‘index cards’ con el material más importante. No me limité a mamotretos de una sola persona, si en un mamotreto no entendía algo bien o pensaba que estaba mal, sacaba otro mamotreto de mi arsenal y verificaba. Terminé estudiando de muchos y me dio resultado”.

¿Debo hacer libretas sobre mis mamotretos?

Un método utilizado frecuentemente es la confección de libretas como resumen del mamotreto. Hay personas que también transcriben el mamotreto en una libreta, sólo que en sus propias palabras.

“Yo hice una libreta exclusivamente de definiciones. Todo término importante lo escribía ahí e incluí su definición, redactada de forma tan linda como la pondría en la contestación a una pregunta de discusión sobre ese tema; una exclusivamente con requisitos (todo lo que tenga una serie de requisitos, incluyendo indicar si existen excepciones); y una exclusivamente con términos. Al final podía revisar las tres libretas y eso me ayudaba en el asunto de embotellarme estas cosas y facilita además que no tenga que cerrar la botella hasta poco antes del examen”.

Esquemas

En cuanto a los requisitos de muchas de las figuras, algunos entrevistados recomendaron hacer ‘post-its’ o carteles para ponerlos en las paredes:

“Cuando me distraía leyendo, lo único que tenía para mirar eran las paredes y allí estaban los ‘post-its’ gigantes, así que los leía”.

Código Civil

Lee el Código Civil completo. Ahí verás material que de otra manera no verás en los mamotretos y que sale en el examen, en especial en los «escoges».

Sobre las preguntas de reválida

Practica, practica, practica. Trata de leerte todas las preguntas que están disponibles desde el 2006 o 2007 hasta hoy día y presta atención a los temas que hace tiempo no preguntan.

«Yo NUNCA me puse tiempo ni me puse a escribirla completa como si fuera el examen. Yo leía la pregunta y a medida que la leía, iba apuntando en el dorso del papel lo que contestaría. Y luego revisaba con la guía de corrección. ¡Hice muchas! ¡Muchas! Luego de la primera ronda, la segunda ronda fue reducir a ‘index cards’ y hacer preguntas. Tercera ronda, memoria de los ‘index cards'».

Sobre los «escoges»

“Cuando contestes los ‘escoges’, no le des tanta vuelta al asunto. Usualmente eso lleva a sobrepensar y eso no es lo mejor al contestar estos ‘escoges’. Presta atención a las frases más utilizadas por la Junta en las correcciones de las preguntas y apréndetelas para utilizarlas en tus contestaciones”.

Acrónimos

Usa acrónimos o siglas cuando te ayuda a memorizar algo.

A manera de ejemplo, la desestimación de una acción penal por incumplimiento con los términos de rápido enjuiciamiento no es una cuestión de estricta aritmética sino que depende de 4 factores: ReMa PerRa. Estos factores son:

(1) REclamo del derecho por el acusado
(2) MAgnitud de la dilación
(3) PERjuicio que ocasionaría
(4) RAzonabilidad

Para los que trabajan y no tienen mucho tiempo para estudiar

“Yo no tuve mucho tiempo para estudiar porque trabajé todo el verano. Me senté a estudiar de verdad por primera vez el 1 de agosto y definitivamente lo más que me ayudó fue leer como mil preguntas de reválida. Pero no sólo las leí una vez y ya. Yo básicamente transcribí en mi computadora las respuestas de cada pregunta y las clasifiqué bajo temas específicos dentro de cada clase. De esa manera siempre estaba consciente de las palabras claves que la Junta buscaba y de qué cosas tenía que escribir si me preguntaban de X o Y tema. Estudié de Ética sólo 2 veces”.

“A los que trabajan y estudian y no pueden dejar de trabajar, como me pasó a mí, hay que estudiar para pasarlo con lo mínimo. No se pueden estudiar todos los detalles. No se puede leer todo. Hay que saber escoger. Funcionan los micro repasos q son todo en ‘bullet points’”.

“Los que trabajan: bloquear el trabajo por completo en esas pocas horas de estudio. Y no pensar en la reválida mientras se trabaja. Separar ambas cosas por completo. Deben separar una cantidad específica de horas diarias para estudiar y cumplirlas religiosamente. No es cantidad sino calidad. Yo en días de semana no podía estudiar más de tres horas, pero no fallaba en cumplirlas”.

El día antes de la reválida

“La tercera ronda de estudio debe comenzarse los 15 días antes del examen. El día antes de la reválida se va en blanco. Ponte a ver televisión, ve al cine, comparte con familia, etc. (no bebas, no te trasnoches, etc.). Los 14 días anteriores es donde se pasa la reválida. Un día por materia (sin excepciones), con todos tus mamotretos todos escritos, tus apuntes, ‘index cards’ y todo lo demás que tengas».

“No estudies absolutamente nada el día antes del examen. Descansa y toma el día para ti. Ese no es el momento para tratar de entender o aprender conceptos que no entendiste o aprendiste durante los tres meses anteriores”.

Día del examen

“Planifica llegar a tiempo al examen, dónde y qué vas a almorzar y dónde te vas a quedar. Igual, el día antes del examen debes despejar tu mente. Todo el mundo trabaja de forma diferente pero ya llevas dos meses estudiando— es importante dejar ese día para calmar nervios y no para tratar de embotellarte todo lo que no te sabes, ya que te puede poner más nervioso. Come saludable, no hagas desarreglos y toma vitaminas. No es un buen momento para enfermarte”.

“Vas a tener un día donde vas a sentir que no sabes nada, te vas a asustar y vas a poder hasta llorar. Es normal. Todo el mundo se asusta, se deprime y piensa que no sabe lo suficiente en algún punto. Permítete tener ese momento y luego oblígate a salir de él. Un momento es aceptable. Todas las semanas, no. Si te pasa demasiado sólo te va a hacer perder tiempo de estudio”.

“No hables con nadie sobre lo que contestaste en el examen durante el período de almuerzo o luego de salir. De nada sirve saber que tu compañero contestó algo distinto porque ya no puedes cambiar la respuesta. Es momento de enfocarte en las partes que aún no has contestado”.

“Dependiendo de tu religión, filosofía de vida y demás, ora, reza, medita, haz yoga o realiza cualquier actividad de este género si entiendes que te ayudará a calmarte en esos momentos en los que el cansancio y la frustración te ganan. Trata de hacerlo, sobre todo, cada mañana durante el examen para que puedas estar relajado”.

No te compares con los demás

“No escuches a los demás. En este momento tus amigos no son tus mejores aliados. Inevitablemente habrá gente que hará cosas distintas a ti y te estarás preguntando si lo que ellos hacen estará mejor. No hables de cuánto has leído y trata de no pensar en lo que los demás están haciendo”.

“No se debe estar preguntando por dónde vas, cuánto has leído, hiciste libretas, memorizaste, en qué ronda… ¡NO! Cada cual a su paso.

Sobre todo el proceso

“Recuerda que al final del día, es sólo un examen más. Todos hemos tomado exámenes antes y en algunos salimos bien y en otros no, aún cuando te sabías el material. No tengas miedo de salir mal porque el no pasar no será el fin del mundo y no te define como persona. ¡Y lo puedes tomar de nuevo! Haz lo mejor que puedas, confía en ti y no te vuelvas loco en el proceso que habrán cosas más importantes en la vida”.

“Al final, haz lo que te haga sentir cómodo y seguro y saca a las personas de su vida que te causen estrés”.

Microjuris.com agradece encarecidamente la colaboración de los licenciados y licenciadas: Carolyn Guzmán, Raquel Román, Luce Meléndez, Alfonso Cuesta, Álvaro Almonte, Camille Somoza, Belmarie Rivera, Natalia Marín, Bristol López, Zahíra Rodríguez, Veronica Campos, Mercedes Garriga, Marinés Montero, Luis García y Hecrian Martínez con este artículo.

Por Zoán T. Dávila Roldán

De interés: El estrés de la reválida, El Nuevo Día