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Derecho a abogado no requiere una “defensa perfecta”, decidió el Supremo federal

El Tribunal Supremo de los Estados Unidos determinó, por medio de una decisión per curiam, que no se le requiere a los abogados que predigan que un análisis balístico ampliamente aceptado en cierto momento ya no tendría confiabilidad.

Descarga y lee: Maryland v. Kulbicki

La decisión, del pasado 5 de octubre, reinstaló la condena por asesinato de James Kulbicki, encontrado culpable por dispararle en la cabeza a su amante. El Tribunal Supremo de Maryland señaló el asesoramiento ineficaz como la justificación para anular la convicción de Kulbicki.

Durante el juicio del hombre en 1993, un agente del Negociado Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) testificó en el juicio como experto del Estado en la balística comparativa (CBLA, por sus siglas en inglés). Acudiendo a un análisis que había sido utilizado por décadas, el agente Ernest Peele testificó que la composición de elementos de plomo encontrados en el vehículo de Kulbicki coincidían con fragmentos de plomo encontrados en el cerebro de la mujer.

Un agente del FBI testificó en el juicio de Kulbicki en 1995 sobre fragmentos de plomo encontrados en el cerebro de la víctima y en la camioneta de Kulbicki. El Tribunal de Apelaciones de Maryland determinó que los abogados de Kulbicki debieron haber encontrado un informe de 1991 que encontró coincidencias de plomo procedentes de balas envasadas por separado. El agente luego testificó que las balas obtenidas de la pistola de Kulbicki no eran una coincidencia exacta de los fragmentos de bala en el cerebro de la víctima, pero eran lo suficientemente similares como para pensar que las dos balas podían provenir del mismo cartucho.

En el 2006, Kulbicki presentó una petición de remedio post convicción en donde explicó que su defensa fue inefectiva por no cuestionar la confiabilidad de la prueba de balística utilizada. Luego de acudir a otros tribunales, el Tribunal Supremo de Maryland determinó que los abogados del hombre debieron haber encontrado un informe de 1991, de la co-autoría de Peele, donde se presagiaban los fallos de la prueba de balística. Hecho esto, anuló la convicción. La prueba no fue aceptada hasta el año 2003.

El Tribunal indicó que no fue errónea la actuación de los abogados cuando decidieron concentrar su defensa en los elementos del delito y no propiamente en la prueba. Además señaló, que dado a la naturaleza no-controversial de la prueba en el momento en que se celebró el juicio, encontrarle fallas hubiera sido como “encontrar un hilo en un pajar”. Finalmente determinó que el Tribunal de Apelaciones exigió algo parecido a la “defensa perfecta”.

“El abogado litigante en el juicio de Kulbicki no actuó de forma deficiente cuando falló en descubrir el informe de 1991 y por usar la llamada “grieta metodológica” en contra de Peele en su contrainterrogatorio”, finalizó el caso.