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El cosplay y sus posibles implicaciones legales

por el Lcdo. Leonardo J. Colón Pagán (Ferraiuoli LLC)

En Puerto Rico anualmente se celebran varios eventos dedicados a vídeojuegos, películas y otros medios de la cultura popular. En estos eventos, es muy común que muchos de los participantes asistan haciendo lo que se conoce como cosplay. El cosplay consiste en imitar un personaje proveniente de alguna obra existente mediante el uso de un disfraz y la actuación. Debido a que el cosplay usualmente es un reflejo del fervor que la fanaticada siente sobre una obra y que esto resulta en mercadeo involuntario, los dueños de propiedad intelectual muy raramente toman acción legal contra aquellos que potencialmente violan sus derechos mediante cosplay no comercial. No obstante, fanáticos que disfrutan de este tipo de actividad muchas veces desconocen las implicaciones legales que podría tener usar un diseño para el cual no tienen derecho.

Como regla general, los personajes no gozan de protección bajo derechos de autor. Un héroe que vuela es un vehículo que cualquier autor puede utilizar para crear su historia original. Ahora, cuando la combinación de las características de un personaje resulta en una expresión única, este sí puede estar protegido bajo derechos de autor. Un ejemplo de esto sería Harry Potter, cuya apariencia física, nacionalidad, frases y objetos que usa lo hacen único. Harry Potter no es meramente un mago, sino un mago inglés que usa una toga y vara mágica muy particulares, usa espejuelos redondos y tiene una marca en su frente. Vestirse como mago usando una toga no necesariamente viola los derechos de autor de obras de Harry Potter, pero al hablar como él, usar sus mismos espejuelos y tener la marca en la frente, la probabilidad de violación aumenta.

Otro aspecto importante es la vestimenta. Debido a su naturaleza funcional, la ropa generalmente no está protegida por los derechos de autor. Excepciones a esta regla general incluyen una obra pictórica o escultura que forme parte de una pieza de ropa que independiente de la parte funcional de la ropa se puede considerar una obra. Un ejemplo de esto sería un logo como los que usualmente forman parte de la vestimenta de super héroe o un arma o accesorio que utilice un personaje. Además, aunque la vestimenta per se no está protegida por los derechos de autor, un dibujo del diseño de dicha vestimenta sí lo estaría. Es por esto que un disfraz creado para propósitos de cosplay podría considerarse una obra derivada de la obra protegida.

Por otro lado, las marcas también juegan un papel en el cosplay. Elementos característicos de algunos personajes como frases y logos, o un diseño del propio personaje, podrían ser marcas y su uso no autorizado podría crear probabilidad de confusion. Por ejemplo, anunciar que estarás en un evento vestido de Batman usando un logo que usa DC Comics, y que el público puede tomarse fotos contigo, puede llevar a los asistentes del evento a pensar que el evento está autorizado por DC Comics, lo que implicaría una violación de derechos marcarios.

Cabe señalar que las violaciones mencionadas aplican solamente cuando el disfraz es uno creado sin autorización. Muchas compañías ofrecen productos autorizados para que el
público se disfrace y utilizar estos productos no viola ningún derecho. Independientemente de la probabilidad de acción legal que haya en tu contra o las posibles defensas de uso justo que tengas, es importante conocer los riesgos que existen en este tipo de acitividad.