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Pasan juicio sobre los procesos penales remotos y las nuevas salas inteligentes

Por Daniel Rivera Vargas

Una niña menor de edad que denunciaba ser víctima de una agresión sexual se encontraba declarando recientemente en una vista preliminar contra la persona acusada. Lo hacía por vía remota desde un iPad, que es una de las opciones que están avaladas por el Poder Judicial para continuar los procesos criminales en medio de la pandemia por COVID-19.

Y, de repente, el iPad se quedó sin carga. Durante tal vez 10 minutos nadie supo qué ocurría, hasta que un adulto que estaba con ella se comunicó con la secretaria de la jueza e informó que estaban manejando la situación. Unos minutos después, se conectó nuevamente y explicó que había salido de la habitación donde estaba sola mientras declaraba, a buscar el cargador del iPad. Estuvo de 15 a 20 minutos fuera de transmisión. La jueza le hizo varias preguntas buscando determinar que nadie más hubiese intervenido con la testigo o su testimonio.

Al relatar esta experiencia, la abogada Guimazoa Miranda Hernández, abogada para la Sociedad de Asistencia Legal (SAL), explicó a Microjuris.com que esto evidencia las dificultades que muchos abogados y abogadas enfrentan en esta nueva realidad de los procesos de videoconferencias.

La abogada contó que, después de varios minutos, el juez de la sala logró que otra persona que acompañaba a la testigo usará su teléfono para que la víctima de agresión sexual culminara su testimonio.

Llaman a reanudar procesos presenciales

En entrevistas por separado, la abogada y una fiscal hicieron un llamado a que se reanuden los procesos presenciales tan pronto como acabe la pandemia, independientemente de los esfuerzos del Poder Judicial para crear salas más adecuadas para procesos remotos.

Esta semana, la directora de Educación y Relaciones con la Comunidad del Poder Judicial, Coral Aponte Rivera, contó a Microjuris.com que hay 25 salas inteligentes distribuidas en las 13 regiones judiciales de Puerto Rico.

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En este momento, estas salas operan para vistas preliminares y permiten procesos híbridos, donde hay personas dentro y fuera del tribunal.

Además, puedan tener una mejor calidad de audio y de imagen tras la instalación de monitores grandes, pantallas interactivas e inteligentes donde se puede escribir, cámaras para videoconferencias, áreas de control y unos cables en el piso del tribunal para registrar todos los sonidos de la sala para grabar los procesos judiciales, explicó Aponte Rivera.

Las vistas preliminares fueron autorizadas por la vía remota mediante determinaciones del Tribunal Supremo de Puerto Rico ante los retos que aún representa la pandemia por COVID-19.

Desde el principio, sectores de la abogacía han cuestionado la eficacia de este mecanismo remoto para los procesos penales.

Los retos

Aunque el Poder Judicial ya atendió parte de estas situaciones mediante las salas inteligentes, la abogada explicó que uno de los grandes inconvenientes de los testimonios remotos por videoconferencia es que a veces se escucha eco, retraso en el sonido, o se afecta la claridad del mensaje.

Esto impide un interrogatorio fluido y espontáneo.

De acuerdo con la abogada, a la hora de objetar, es muy difícil que el juez o la jueza haga que el testigo se detenga para resolver la objeción y determinar si debe contestar o no.

Hablan las fiscales

La vicepresidenta de la Asociación de Fiscales, Gretchen Pérez Catinchy, le dio la bienvenida a la nueva tecnología, pero advirtió que no corrige del todo muchas de las dificultades que enfrentan, como que se imposibilita evaluar bien el comportamiento o demeanor de una persona testigo o de una persona acusada, por estar remoto o usar mascarilla en la videoconferencia.

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«Definitivamente, en este momento que estamos viviendo (la pandemia), mejorar la calidad de lo que estamos viendo, el audio, la visibilidad es un asset (activo), algo positivo. Esto va a durar un tiempo más y sin salud, no hay nada», dijo Pérez Catinchy a Microjuris.com.

La expectativa es que, una vez pase la pandemia, los casos criminales se puedan seguir viendo presencialmente.

Pérez Catinchy, asignada hace seis años al área de Bayamón, dijo que este tipo de tecnología debe permanecer, pero para asuntos civiles y no penales.

«En cuanto a fiscales, y entiendo que los abogados tienen la misma postura, que (los procesos remotos) sean provisionales en o lo que la pandemia pasa. Preferimos que la prueba esté en sala, los testigos en sala, que el acusado esté en sala para la pureza de los procedimientos. Nada sustituye que el juzgador vea el demeanor de un testigo, los gestos, los ojos», dijo la fiscal, quien explicó que hace poco una persona imputada se negaba a quitarse la mascarilla para que un testigo lo identificara, hasta que finalmente el juez así lo ordenó.

Afirmó que en las fiscalías están tratando de llevar todos sus testigos a sala.

Asimismo, dijo que es importantísimo que todo el personal que trabaja en las fiscalías esté vacunado, pero esa no es la realidad actual porque el personal como secretarias y taquígrafas no han sido autorizadas bajo las ventanas del gobierno, contrario a otro personal, como fiscales y alguaciles.

Mientras, Miranda Hernández, quien aclaró que habla en su carácter personal y no a nombre de la organización para la que trabaja, dijo que los adelantos tecnológicos ayudan, pero aun así las videoconferencias implican una «lesión» a los derechos de las personas acusadas en áreas como el derecho al careo.

«En mi opinión, más importante aún que la comunicación con el cliente (que muchas veces no está acompañado físicamente por su abogado o abogada), que se puede subsanar por la vía telefónica, es la esencia misma del derecho al careo. El propósito principal de la vista preliminar es que sirva de cedazo, de que hay evidencia suficiente de que una persona está conectada a un delito y [se] decida si debe ir a un juicio por su fondo, la única forma en que un juez puede atender esto de forma adecuada debe ser con un derecho pleno del careo. En mi experiencia, es imposible lograr esto en procesos remotos», indicó.

Por ejemplo, dijo que hay casos donde los testigos por vía remota se encuentran en sus trabajos y de repente aparecen personas caminando detrás de ellos. Dijo que en otras instancias, surgen dudas de si alguien está ayudando al testigo al momento de dar respuestas. También está el incidente de la víctima de agresión sexual cuyo celular se quedó sin carga.

Además, por más avances tecnológicos que surjan, en estos procesos remotos siempre hay posibilidades de fallas técnicas.

«Yo diría que en la medida que la Rama Judicial, muy acertadamente ha mejorado la calidad de los asuntos de manera virtual o remota, eso sin duda atenúa la gravedad de las dificultades que los abogados litigantes hemos identificado en los procesos adversativos vistos a manera remota, todos estos recursos ayudan a minimizar las dificultades que esto representa… Ahora bien, aunque es evidente, nada humano es infalible, no se puede olvidar que hay ocasiones donde los equipos fallan, hay problemas con el internet», sostuvo la letrada.

Miranda Hernández, destacada en el área de Arecibo, recordó que, contrario a los casos civiles que los señalamientos entre vistas pueden tomar mucho tiempo sin inconvenientes, en los casos penales hay unas exigencias que emanan de la Constitución de Puerto Rico de celebrar procesos antes de los seis meses o se puede excarcelar a una persona acusada de delito mediante el mecanismo de hábeas corpus.

Comentó que, aunque el Tribunal Supremo ha validado jurisprudencialmente estos procesos remotos en vista preliminar, y no en la etapa de juicio, no se debe de despachar la importancia de estas audiencias.

«La vista preliminar es la etapa de mayor litigación y contención anterior al juicio, y estadísticamente son muchas más las vistas que se resuelven a favor de la litigación. En Puerto Rico, la mayoría de los juicios no se ven en su fondo, se transige a base de la regla 72 de Procedimiento Criminal que permite el uso de las alegaciones preacordadas para transigir», sostuvo.

Asimismo, Miranda Hernández comentó que muchos de los clientes de SAL están encarcelados, por lo que, aunque las mejoras tecnológicas del Poder Judicial son un alivio, no se solucionan todos los problemas en la medida en que no han visto pasos similares en el Departamento de Corrección y Rehabilitación (DCR).

¿Qué se podría ver remoto?

Una vez acabada la pandemia, la licenciada entiende que sí se pueden ver algunos procesos penales de forma remota, pero aquellos como:

  • lectura de acusación
  • rebajas de fianza
  • algunas vistas de sentencia

Pero “el punto de inflexión” y lo que debe regresar a la parte presencial tan pronto se pueda, son los procesos contenciosos, como las vistas preliminares.

«Sin duda alguna, todo lo que tienda a mejorar los recursos para atender los asuntos penales está bien recibido por los abogados, pero para mí es de mucha preocupación que esto se mantenga. No hay forma apropiada de confrontar testigos, a candidatos a jurados por vía remota. Solo lo estamos aceptando porque es una emergencia, pero representa una lesión terrible del proceso. Atenta contra la transparencia e integridad del proceso», aseguró.

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