Aunque podrían sonar como procesos equivalentes, la resignación de una jueza o un juez no significa necesariamente que haya un proceso disciplinario en su contra.
La verdad es que la dirección administrativa del Tribunal de Primera Instancia recae constitucionalmente en la jueza presidenta del Tribunal Supremo de Puerto Rico, Maite Oronoz Rodríguez, y por delegación en el director administrativo de los tribunales, que en este caso es el juez Sigfrido Steidel Figueroa.
Uno de los deberes de esta dirección administrativa de los tribunales es hacer recomendaciones a la jueza del Tribunal Supremo para la asignación y traslado de jueces y juezas.
Este es el deber número 9 de la Regla 3 de las Reglas para la Administración del Tribunal de Primera Instancia.
Mientras tanto, las Reglas de Disciplina Judicial son las que especifican qué y cómo es un procedimiento disciplinario contra un miembro de la Judicatura.
La discusión surge luego que la jueza presidenta del Tribunal Supremo, Maite Oronoz Rodríguez, ordenó la reasignación de los casos de violencia de género en la Región Judicial de Caguas.
Al momento, estos casos están siendo atendidos por el juez administrador de Caguas, Ricardo Marrero Guerrero, y la jueza administradora auxiliar, Viviana Torres Reyes.