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Código de Conducta del Tribunal Supremo federal es «inútil»

El profesor Guillermo Figueroa Prieto, catedrático de la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico (UPR) conversó en entrevista con Microjuris sobre el primer Código de Conducta para los jueces y juezas del Tribunal Supremo de los Estados Unidos.

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Por Daniel Rivera Vargas

Después múltiples cuestionamiento sobre la otorgación de regalos y viajes no declarados auspiciados por personas con estrechos vínculos políticos, el Tribunal Supremo de los Estados Unidos adoptó el primer Código de Conducta para los jueces y juezas de esta corte, aunque ha sido recibido con escepticismo en diversos sectores.

El profesor Guillermo Figueroa Prieto, catedrático de la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico (UPR), conversó en entrevista con Microjuris luego de que el Alto Foro judicial emitiera un documento de 15 páginas con cinco cánones de conducta y comentarios.

«Es un acto inútil del Tribunal Supremo de Estados Unidos, que francamente le están haciendo porque la presión pública en Estados Unidos, en especial del Congreso, ha sido fuerte, y han tenido que reaccionar», dijo Figueroa Prieto.

«Pero, ¿por qué digo que es inútil? Porque dicen que no es nada nuevo, que solo han puesto por escrito las normas éticas que ya existían y por las que ya ellos actúan. ¿Qué quiere decir eso? Que si ese código de ética hubiese estado aplicable al momento de las conductas cuestionables de los jueces Thomas y Alito, pues no pasaba nada, porque si son las mismas que había antes y no pasó nada, pues ahora que solo lo escribieron no pasa nada».

Indicó, a su vez, que el Código de Conducta revelado por el Supremo carece de remedios y deja todo finalmente a la conciencia del juez o jueza.

También señaló que los cánones establecidos representan un paso de avance, porque «por fin» el alto foro federal tiene que ser un poco más transparente, como en las disposiciones relacionadas a actividades extrajudiciales.

Sin embargo, añadió, que se trata de una medida que no representa un final a los reclamos a favor de parámetros éticos a los miembros del Supremo.

«Es un código de exhortación… dicen «para mí estas son las reglas de juego»,  pero es un juego que no tiene árbitro», comentó el profesor de cursos de ética.

«Ellos lo justifican diciendo que hubo un malentendido, un «missunderstanding«, no una mala conducta, sino un malentendido. Y a lo que responde es a la presión pública del Congreso de que haya transparencia», afirmó. «Si te fijas, usan más la palabra «should«, debe, una exhortación, que «must«, que tiene», agregó.

El profesor entiende que el Congreso debería seguir trabajando en este tema y pudieran hacerlo en el área de las disposiciones que aplican a todos los empleados federales, como lo son los jueces, relacionada a la información económica y financiera que se deben divulgar y a lo que son las definiciones de conceptos como reembolsos razonables en conceptos como gastos de alojamiento y viajes.

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Contenido

El primer canon es sobre preservar la integridad. Mientras, el segundo es sobre evitar la apariencia de impropiedad en todas las actividades, subdividido en tópicos como evitar relaciones externas al tribunal que influyan su conducta oficial y no participar en grupos que promuevan discrimen.

Asimismo, el canon tercero aspira a un deber de diligencia e imparcialidad y exhorta a inhibirse si la imparcialidad del juez «puede razonablemente ser cuestionada».

Precisamente, en este canon incluyen algunos párrafos relacionados a la familia y parejas de los jueces y juezas, y se delinea el grado relación con los parientes.

Los últimos dos cánones son sobre la prohibición  de  vínculos a grupos políticos y las actividades extrajudiciales sean consistentes con las obligaciones del tribunal, permitiendo actividades como asistir a eventos de promoción comercial.

Por ejemplo,  si hay libros de ese juez a la venta en ese evento y permitiendo que asista a algunos actos que recauden fondos, pero prohibiendo que asista a reuniones de un grupo con «sustancial interés» en alguna decisión del tribunal, entre otras.

Además del código de nueve páginas, el documento hecho público el lunes por el Supremo federal incluye cinco páginas adicionales de comentarios.

El código ético del Supremo surge luego de meses de intenso escrutinio público relacionados a jueces del Tribunal Supremo federal. Los más sonados han sido el juez Clarence Thomas, quien presuntamente ha disfrutado de lujosas vacaciones pagadas por donantes de grupos conservadores, y cuya esposa Ginny ha sido vinculada a grupos promoventes de la insurrección del 6 de enero de 2021, y el juez Samuel Alito, quien ha recibido beneficios de organizaciones y activistas.

El Supremo federal no reconoció errores de los jueces, y afirmaron que el código responde a un «malentendido» sobre la labor de los nueve miembros del foro.

«La ausencia de un Código, sin embargo, ha llevado en los últimos años al malentendido de que los jueces de esta Corte, a diferencia de todos los demás juristas de este país, se consideran a sí mismos como libres de ninguna regla de ética», escribió la corte. «Para disipar este malentendido, estamos emitiendo este Código, que representa en gran medida una codificación de principios que durante mucho tiempo hemos considerado que rigen nuestra conducta».

Incluso, ante estas controversias, el Comité de lo Jurídico del Senado de Estados Unidos se encontraba impulsando un proyecto de ley que busca exigir al Tribunal Supremo de Estados Unidos adoptar un código de ética. El Supreme Court Ethics, Recusal, and Transparency Act of 2023

El anuncio del lunes del Tribunal Supremo de Estados Unidos generó diversas reacciones, incluyendo la del presidente de la comisión de lo jurídico del Senado de Estados Unidos, Dick Durbin, y no se expresó complacido por el código aprobado.

«El Tribunal Supremo ha finalmente respondido a años de negarse a actuar en una reforma ética. Es un nuevo código de conducta es un paso, pero se queda corto de lo que debemos y no está a la altura de lo que podríamos y deberíamos esperar de un código de conducta», dijo Durbin.

En Puerto Rico

A diferencia de Estados Unidos, en Puerto Rico existe un código de ética que abarca a toda la judicatura. Los cánones de ética judicial proveen que sea el Tribunal Supremo de Puerto Rico el ente disciplinario, pero no proveen un método para poder disciplinar a los jueces del Supremo si violan las normas éticas.