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Las festividades como el Día de Acción de Gracias se prestan para un cúmulo de sensaciones y emociones.
Para muchos, se asocia con alegría familiar, con compartir un ratito con seres queridos, desconectarse del trabajo y agradecerle a Dios, a la vida, las cosas buenas y experiencias. Para otros, es diferente, pero también puede ser especial, como a las personas que sobreviven en albergues como el de la Casa Protegida Julia de Burgos.
Lenna Marielis Ramírez Cintrón, directora ejecutiva de Casa Protegida Julia de Burgos, explicó que la organización -que acaba de celebrar 44 años de existencia- puede albergar en sus dos instalaciones residenciales hasta 16 mujeres y sus hijos, que se encuentran escapando de una relación abusiva.
Para ellas y sus menores, Casa Julia representa algo de alivio y seguridad en esta época navideña, mientras rompen con el doloroso ciclo de la violencia de pareja.
«Definitivamente esta época del año para una sobreviviente de violencia doméstica tanto fuera como dentro de nuestros albergues es un momento complicado por toda la situación que está atravesando. Sin embargo, las participantes que tenemos actualmente y las que hemos tenido por 44 años que cumplimos en octubre sin duda es un alivio tener un espacio seguro para pasar las festividades con sus hijos e hijas, cuando la casa no es ese hogar seguro, o no está protegiendo esa vida, donde no hay un ambiente donde las niñas y niños se puedan desarrollar», sostuvo Ramírez Cintrón.
Así que, para estas sobrevivientes, Acción de Gracias en Casa Julia se convierte en una esperanza.
«Contar con un espacio como Casa Julia es una apuesta para que nuestras mujeres, nuestra niñez pueda disfrutar de unas navidades seguras, como merecen tener siempre. Dentro de una situación difícil porque están saliendo de un ciclo doloroso, hay heridas que sanar. Todas las experiencias de violencia son difíciles y este es un trauma complejo. Pero tratamos, damos un 100%, a todas las compañeras que somos parte del equipo de Casa Julia, para que (las participantes) cuenten con la preparación, el acompañamiento sensible, y que puedan disfrutar de estas festividades. Y que el día de Navidad, y el día de Reyes pueda tener su regalo de Navidad debajo del árbol. Que dentro del proceso esa alegría de esos días es posible», sostuvo Ramírez Cintrón.
Los dos albergues de Casa Julia, uno en San Juan y otro en Ponce, son parte de los ocho programas de servicios de la institución para ayudar a sobrevivientes de la violencia en el hogar.
Tan solo el año pasado impactaron a unas 523 personas, que se beneficiaron de servicios legales, psicológicos, de ayuda a conseguir vivienda, acompañamiento, entre otros, dijo la directora ejecutiva. Se estima que miles de personas han sido auxiliadas por los diversos programas de Casa Julia en sus 44 años de existencia.
Por ahí viene el bazar
Como se celebra hace ya varios años, la Casa Protegida Julia de Burgos se prepara para uno de sus eventos emblemáticos, el bazar navideño de Casa Julia. Allí simpatizantes de la entidad y su razón de ser pueden adquirir gran cantidad de artículos -libros, prendas, ropa, juguetes, por ejemplo- a precios muy económicos.
«Todo eso nos ayuda a conseguir fondos para cubrir necesidades que no se cubren con las ayudas del gobierno», sostuvo Ramírez Cintrón.
Como siempre, el bazar se celebra el primer fin de semana de diciembre, que en 2023 sería el 1, 2 y 3 de diciembre, y como en años anteriores en el centro comunal Summit Hills, en San Juan.
El horario del viernes es desde las 5:00 p.m. a 9:00 p.m., mientras que sábado y domingo es de 9:00 a.m. a 5:00 p.m.
Personas interesadas en llevar donaciones para el bazar, pueden llevarlas directamente al centro comunal, donde voluntarias de la organización estarán preparando el sitio, desde este lunes 27 de noviembre en adelante.