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Una píldora y la ciencia ante el Supremo federal

La abogada Frances Collazo Cáceres conversó con Microjuris sobre la reciente audiencia ante el Tribunal Supremo de Estados Unidos sobre la disponibilidad de una píldora abortiva.

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Por Daniel Rivera Vargas

La abogada Frances Collazo Cáceres señaló que la reciente audiencia ante el Tribunal Supremo de Estados Unidos sobre la disponibilidad de una píldora abortiva refleja un notable ataque a los derechos reproductivos.

La incertidumbre persiste respecto a la postura definitiva que adoptará este importante tribunal estadounidense.

Contexto

Recientemente, el Tribunal Supremo de Estados Unidos llevó a cabo una audiencia relacionada con la Mifepristona, un medicamento ampliamente utilizado para la interrupción del embarazo y autorizado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés).

Este caso podría ser el más importante sobre el tema desde la revocación de Roe v. Wade, una jurisprudencia federal que ha respaldado las terminaciones de embarazo durante medio siglo

La resolución del Tribunal Supremo federal sobre esta controversia debe ser emitida en junio próximo o antes de esa fecha.

«El caos y la confusión serán el resultado si el Tribunal Supremo restringe el acceso a un medicamento que ha demostrado ser seguro y efectivo durante décadas. Esto parece ser intencional», sostuvo Collazo Cáceres.

Explicó que la mifepristona es un medicamento seguro y efectivo, que ha sido utilizado por más de 5 millones de personas en Estados Unidos para procedimientos de aborto, incluidos abortos espontáneos (‘miscarriages‘), desde que fue aprobado por la FDA hace más de 20 años.

«La mifepristona ha asegurado que pacientes tengan la capacidad y privacidad de tomar sus propias decisiones médicas, y ha expandido el acceso a salud reproductiva -acceso que hoy está bajo terrible amenaza en Estados Unidos (incluyendo a Puerto Rico)-«, sostuvo la letrada.

Tras escuchar la vista oral, Collazo Cáceres dijo que estaba convencida de que esta controversia no debió llegar ante el Supremo federal.

«Este caso fue construido a base de mentiras sobre la ciencia por parte de los demandantes. Es un ataque siniestro contra el acceso al aborto, que puede negarle a la gente la libertad de tomar sus propias decisiones médicas. Los argumentos orales demostraron que los jueces más extremos están dispuestos a ignorar la ciencia y a la FDA para adelantar la agenda política de restringir el acceso al aborto», explicó la abogada.

Durante su argumentación oral, el gobierno de Estados Unidos, según Collazo Cáceres, dejó claro que la mifepristona es segura y efectiva.

Además, señaló que el peritaje científico de la FDA está siendo directamente cuestionado, lo que sugiere que las implicaciones de este caso trascienden el acceso al aborto.

Podría restringir la innovación médica, afectar drásticamente los procesos de aprobación de medicamentos y someter a escrutinio político a todos los medicamentos ya aprobados.

¿Las expresiones que han trascendido de los jueces dan la impresión de que van a mantener la legalidad del tratamiento? ¿Cuál usted entiende será la decisión del Supremo?, se le preguntó. 

«Durante los argumentos orales, aún algunos de los jueces más conservadores parecían pensar que el movimiento anti-aborto había llegado demasiado lejos. No obstante, no olvidemos que fue este mismo Tribunal Supremo el que revocó a Roe v. Wade hace menos de 2 años atrás. Los derechos reproductivos siguen estando bajo ataque en este caso y más allá. El hecho de que este caso haya llegado tan lejos (a verse bajo el Tribunal Supremo) es chocante”, respondió Collazo Cáceres.

Mirada local

Agregó que, dependiendo de lo que decida el Supremo, Puerto Rico podría tener repercusiones que lamentar.

Por ejemplo, en el archipiélago puertorriqueño hay doctores y doctoras que ofrecen el servicio de aborto vía telemedicina. Por lo que, si la decisión del Tribunal Supremo federal restringe el acceso por correo a la mifepristona, «afectaría el acceso de pacientes en Puerto Rico a recibir este medicamento para su cuidado», esto aun cuando el aborto es legal en el ordenamiento jurídico puertorriqueño.

«No obstante, los y las médicas en Puerto Rico pudiesen optar por utilizar otros medicamentos que han sido probados seguros y efectivos para continuar proveyendo la opción de aborto con medicamentos y telemedicina en Puerto Rico, como, por ejemplo, el medicamento misoprostol», agregó la licenciada.