Cinco mujeres presentaron una demanda contra el estado de Nueva York, para intentar derrotar el impuesto que le pusiera el estado a los tampones y solicitando además un reembolso “por los millones de mujeres afectadas por el impuesto ilegal”, informó el diario The Guardian.
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La demanda, incoada en contra del Departamento de Impuestos y Finanzas del Estado de Nueva York, explica que imponer un impuesto a las toallas sanitarias y los tampones violenta la cláusula de Igual Protección de las Leyes de la Constitución de Estados Unidos y la de Nueva York.
Entre las cinco demandantes se encuentran Margo Seibert, actriz y co-fundadora de la organización Racket; Catherine O’Neill, matemática y científica; Jennifer Moore, coordinadora de programas de niños y Natalie Brasington, quien es fotógrafa.
“Es tiempo de que Nueva York pare de imponer impuestos a las mujeres por ser mujeres”, reclamó Ilann M. Maazel, la abogada de las mujeres.
La demanda alega que el estado no impone impuestos sobre los artículos médicos, pero sí sobre los artículos de higiene femenina, lo que supone un doble estándar en su contra. Además indica, que hay artículos como tinte de pelo Rogaine, talco de pies, champú para la caspa, pañales de adulto y jabón de la cara—utilizados tanto por mujeres como por hombres—a los cuales no se le imponen impuestos.
“Es el vestigio de otra era, y tiene que terminar. El juez del Tribunal Supremo Antonin Scalia dijo que ‘Un impuesto sobre los yarmulkes, es un impuesto sobre los judíos, pues un impuesto sobre los tampones y toallas sanitarias, es un impuesto sobre las mujeres'», lee la demanda.
De acuerdo al Departamento de Impuestos y Finanzas, estos productos deben pagar impuestos pues son productos de higiene personal, “utilizados comúnmente para controlar una función normal del cuerpo y para mantener la limpieza personal”. Por su parte, la demanda explica que es “indisputable que los tampones y las toallas sanitarias sirven a múltiples propósitos médicos y son necesarios para mantener la salud femenina pues se utilizan como pared para el flujo menstrual y previenen el detrito”.
“Los tampones y las toallas sanitarias son una necesidad para las mujeres, no un lujo. No hay forma de que estos productos paguen impuestos si fueran utilizados por hombres».