U.S. Court of Appeals 1st Circuit

Tribunal no erró al admitir fotos de Facebook en evidencia; Boston avala convicción y sentencia por fraude al Seguro Social

Descargua el documento: United States v. Dominguez-Figueroa

Raúl Domínguez Figueroa enfrentó un juicio por jurado por tres cargos de fraude por los cuales obtuvo $87,268 en beneficios de Seguro Social por incapacidad. El médico que lo ayudó a conseguir los beneficios de manera fraudulenta, el psiquiatra Dr. Luis Escabí Pérez, fue el testigo principal de fiscalía federal. El Dr. Escabí Pérez fue examinador de reclamaciones de la Administración del Seguro Social.

En el 2010, el Sr. Raúl Domínguez Figueroa dejó su trabajo como soldador. En su carta de renuncia indicó que tenía problemas de transportación, luego que su patrono relocalizara a sus empleados.

El 8 de febrero de 2011, Domínguez Figueroa acudió a las oficinas del Dr. Luis Escabí Pérez, psiquiatra (según la opinión, éste había trabajado como examinador de reclamaciones en la Administración del Seguro Social).

El Dr. Escabí Pérez era co-acusado en este caso junto a Domínguez Figueroa, pero luego fue el testigo principal de fiscalía. Según su testimonio, el Sr. Domínguez Figueroa mostraba síntomas de depresión leve a moderada, la cual no era lo suficientemente severa para impedirle trabajar. A pesar de ello, dijo el médico, lo ayudó a obtener los beneficios del Seguro Social fraudulentamente.

Para ayudar al Sr. Domínguez Figueroa, el Dr. Escabí Pérez alega que cambió la fecha de la cita inicial con el convicto para el 9 de diciembre de 2009, le diagnosticó con depresión severa, le recetó medicamentos que no necesitaría, y le calendarizó visitas de seguimiento innecesarias. Supuestamente, el Dr. Escabí Pérez le advirtió que la aplicación al Seguro Social se presentaba bajo pena de perjurio.

Domínguez Figueroa presentó su petición por teléfono e indicó que le diagnosticaron depresión severa en diciembre 2010 y que se había visto obligado por su condición a dejar de trabajar. En julio 2011, presentó un informe al Seguro Social, utilizando las respuestas provistas por el médico exagerando su condición. Ese mismo mes, el médico presentó un informe psiquiátrico al Seguro Social sobre la supuesta condición de Domínguez Figueroa.

A finales de febrero de 2012, el Seguro Social aprobó la solicitud de Domínguez Figueroa, con fecha de comienzo del 9 de diciembre de 2010. Se le otorgó $10,437 como pago retroactivo y $1,187 como pago mensual.

En el 2014, oficiales del Seguro Social comenzaron a investigar al Sr. Domínguez Figueroa. Según sus hallazgos, Domínguez Figueroa no padecía de la depresión que se informaba continuamente el psiquiatra al Seguro Social.

Los oficiales observaron que Domínguez Figueroa interactuaba y conversaba normalmente con otras personas, guiaba, realizaba gestiones sencillas, podía estar solo afuera, y aguantaba ruido. En la página de Facebook de Domínguez Figueroa, los oficiales observaron fotos que confirmaban sus sospechas de que éste y el psiquiatra habían exagerado la condición del convicto.

Contra Domínguez Figueroa y el Dr. Escabí Pérez se presentaron cargos por conspiración para defraudar a los Estados Unidos, hurtar propiedad de los Estados Unidos y ofrecer testimonio falso en una solicitud para beneficios por incapacidad. Luego de un juicio de 8 días contra Domínguez Figueroa (el Dr. Escabí Pérez testificó como prueba de fiscalía), el jurado le halló culpable por los delitos imputados.

El jurado halló que Domínguez Figueroa había recibido mediante fraude la suma de $87,268. El tribunal lo sentenció a diez meses de prisión, tres años de probatoria y a restituir los $87,268.

El convicto presentó su apelación ante el Tribunal de Apelaciones del Primer Circuito, alegando que la prueba presentada no era suficiente para hallarlo culpable y que constituye error del tribunal haber admitido en evidencia las fotos del Facebook de Domínguez Figueroa.

Para el Primer Circuito no hay duda de que veredicto es uno que pudo haber determinado cualquier jurado racional.

En cuanto a las fotos de Facebook, el convicto alega que no se debieron admitir porque su valor perjudicial es más fuerte que su valor como prueba contra Domínguez Figueroa.

Sin embargo, para el Primer Circuito las fotos demostraron que Domínguez Figueroa estaba mucho más saludable y activo que lo que hizo creer al Seguro Social para los años en que recibió los beneficios. Por ello, a quien único afectó las fotos de Facebook fue a la defensa de Domínguez Figueroa.

por el Lcdo. Cristian González