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Impulsan en Washington cambios al Internet como lo conocemos

Por Daniel Rivera Vargas

Casi al mediodía del pasado 29 de mayo, cuando Donald Trump todavía era presidente de Estados Unidos y mucho antes de que fuera vedado por redes sociales como Twitter, el empresario que llegó a la Casa Blanca exclamó tres simples palabras en uno de sus tradicionales mensajes en esa red social: «¡Revoquen la 230!».

Al Trump aludir a ese número —hubo al menos otro post similar al de mayo en octubre de 2020— se refería a una poderosísima disposición federal, la sección 230 de la Ley de Decencia en las Comunicaciones (DCT, por sus siglas en inglés), un tema que se está discutiendo recientemente en el Congreso de Estados Unidos y ha sido abordado en el documental Q: Into the Storm, de la cadena de televisión HBO sobre el grupo conspiracionista Q’Anon, vinculado al asalto al Capitolio federal del pasado 6 de enero.

La importancia de esa sección es que es le da inmunidad a las grandes empresas de internet por las expresiones públicas publicadas de ciudadanos en sus portales, así que los dueños de las redes sociales no tienen que preocuparse por lo que la gente ponga en sus páginas, porque ellos no enfrentan responsabilidad legal por lo que colocan terceros.

Eso explicó a Microjuris.com el abogado especialista en leyes de protección de datos y autor del libro Derecho Procesal Civil Avanzado: el descubrimiento de información electrónica, Alejandro Mercado.

«Hay quien dice que por esa ley se ha permitido la actual expansión del internet», dijo Mercado.

El abogado dijo que la DCA nació en 1997 como un intento federal de controlar la «obscenidad» y el contenido «patentemente ofensivo», pero en el caso Reno v. ACLU el Tribunal Supremo de Estados Unidos declaró inconstitucional la parte de la ley que restringía la obscenidad en parte, porque las legisladoras y los legisladores no definieron claramente qué era lo que estaban prohibiendo.

«Al igual que la pornografía, es difícil de definir. You know when you see it (sabes cuando lo ves)», sostuvo Mercado.

Al tiempo que derogó la restricción sobre obscenidad, Mercado explicó que el Tribunal Supremo mantuvo con vida la actual sección 230, y ese inciso contribuyó a popularizar los portales de Internet como vehículos para que las personas pudiesen expresar multiplicidad de ideas porque las empresas no son legalmente responsables de lo que esas terceras personas divulgan.

Precisó que sí serían responsables las plataformas si ellas fueran las gestoras del acto criminal, pero no lo es si es otro el que coloca el mensaje, explicó el abogado estudioso de temas legales tecnológicos.

Mercado recordó que la ley federal vigente permite que las grandes empresas de redes sociales decidan si permiten o no cierto contenido en sus plataformas, que sin ser plazas públicas tradicionales se han convertido en el espacio donde la gente comparte sus ideas. Recordó que, por no ser aparatos del gobierno, sino empresas en las que la gente solo tiene acceso si acepta sus «términos y condiciones», por esa relación contractual se puede excluir información de esos espacios.

Cómo surge el pulseo

El abogado dijo que parte de la guerra de Trump con la sección 230 era que las empresas de Internet comenzaron a restringir contenido asociado a sectores conservadores, que llevaron al mandatario a la presidencia en el 2016, y que entonces trató de hacer responsables a las entidades mediante la revocación de la sección 230, algo que sin embargo no logró que fuera convertida en un proyecto de ley.

Con apoyo en DC

El letrado añadió que Trump no está solo en ese deseo.

«Mucha gente lo que quiere es que haya más responsabilidad… El debate ahora es que hay un ala política que está frustrada y dice que se está privando a ciertos sectores de publicar contenido», indicó.

Y las alas políticas están reaccionando.

Tan reciente como la semana pasada, en una audiencia en la Comisión de Energía y Recursos Naturales, los Principales Oficiales Ejecutivos (CEOs, por sus siglas en inglés) de las grandes empresas como el de Facebook, Mark Zuckerberg; el de Google, Sundar Pichai y el de Twitter, Jack Dorsey, comparecieron al Congreso por varias horas, aunque tras la audiencia no quedó claro si habría algún cambio en la sección 230, o si se logrará la ambición del expresidente Trump de «revocar la 230».

Mercado agregó que los promoventes a enmiendas a la 230 lo que quieren es limitar la inmunidad, porque en la actualidad es demasiado amplia, incluso librando a las empresas de responsabilidad cuando se alienta el contenido difamatorio.

Sin ambiente

El abogado no cree que haya ambiente en la administración de Joe Biden para una reforma a esta sección 230, a pesar de las interrogantes que se levantan en medio del debate.

«Si uno pudiera ver el aspecto positivo de una ley como esa es que le da la oportunidad a los foros de controlar un mensaje de violencia (como los que se alega incitaron el atentado al Capitolio federal del 6 de enero)… Es un debate muy interesante porque es un arma de doble filo. A mi sí me preocupa cuando tienes entidades como Facebook que comienzan a silenciar más a un lado que al otro… ¿Dónde está la uniformidad? Si tienes una inmunidad, no abuses de esa inmunidad», sostuvo.

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