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La reintegración al Acuerdo de París: implicaciones para EUA y Puerto Rico

Por Daniel Rivera Vargas

El presidente electo Joe Biden prometió que Estados Unidos se reincorporaría al Acuerdo de París de Cambio Climático, siendo esta una de las metas energéticas elogiadas por algunos y vistas con escepticismo por otros.

El Acuerdo de París hace que todos los países tengan una causa común para emprender esfuerzos ambiciosos para combatir el cambio climático y adaptarse a sus efectos, con un mayor apoyo para ayudar a los países en desarrollo a hacerlo.

«Es sumamente importante. El tratado de París fue casi como un milagro. Casi 200 países estuvieron de acuerdo. Es algo casi imposible. No tiene precedente», dijo el presidente del Sierra Club en Estados Unidos, Ramón Cruz, puertorriqueño y primer hispano en dirigir la organización con 3.8 millones de seguidores o miembros en sus 128 años de existencia.

Bajo la administración de Barack Obama, Estados Unidos fue uno de los firmantes del acuerdo, pero en diciembre de 2019 el presidente Donald Trump anunció la salida de su gobierno a este acuerdo.

Sin embargo, Trump no fue reelecto y Biden ha dicho que revertirá esta política pública del gobierno federal.

Cruz explicó a Microjuris.com que el Acuerdo de París podrá tener sus críticas, pero fue un paso en la dirección correcta y —en gran medida— exitoso porque la administración Obama logró que China fuera parte de ese esfuerzo.

Esto, a palabras de Cruz, afianzaba la posición mundial de Estados Unidos en el tema del cambio de un modelo de energía limpia, lo que se detuvo con las acciones del presidente Trump.

«Es sumamente importante para Estados Unidos, no solo por el ambiente sino económica, porque la transición a una economía libre de carbón y libre de combustible fósil es a nivel global y hay pocos países que puedan financiar esa transición y lo que el presidente Trump está haciendo, más allá de insertarle a la economía del carbón —que es una economía del siglo XIX— fue entregarle en bandeja de plata la transición de esa economía limpia a China», dijo Cruz.

«Estados Unidos, al salirse del Tratado de París, se estaba quedando atrás. Es algo que no tenía ningún sentido. Con Biden, la comunidad ambiental se siente esperanzada de que Estados Unidos pueda retomar ese liderato a nivel mundial porque las acciones de Trump le dan un apoyo a todos esos países que no querían hacer nada (para combatir el cambio climático)», afirmó el también exvicepresidente de la Junta de Calidad Ambiental (JCA).

Y PUERTO RICO, ¿QUÉ?

En el tema del Acuerdo de París, Puerto Rico es representado por Estados Unidos, pero las acciones de Estados Unidos no toman en consideración a Puerto Rico, dijo Cruz.

Sin embargo, el cambio de política pública de la administración Biden va a «retomar la ciencia como guía», lo que a palabras del entrevistado es importante para Puerto Rico por sus realidades naturales.

«Puerto Rico ha sido víctima. El huracán María no se puede desligar de los efectos del cambio climático, y tener una administración pendiente a eso, a que haya una infraestructura adaptable a ese cambio climático, es importante«, sostuvo.

EL CARIBE

El enfoque en establecer políticas públicas para combatir el cambio climático, como propone el Acuerdo de París, no solo beneficia a Puerto Rico por su relación con Estados Unidos, sino por las acciones de sus vecinos en el Caribe.

Un ejemplo puede ser República Dominicana, que está siendo sumamente agresiva en temas de cambio climático.

También los países que componen la alianza de Pequeñas Islas Estados (AOSIS), que agrupan las islas soberanas del Caribe, han sido un bloque negociador con gran fuerza porque algunas de estas vecinas Antillas ya comenzaron a hundirse por el crecimiento del nivel del mar que se asocia al cambio climático.

BENEFICIOS ESPECÍFICOS

Mientras, Félix Aponte González —doctor en planificación y quien lleva años trabajando en el tema de cambio climático— ofreció diversas razones en las que se beneficia Puerto Rico con la inserción de Estados Unidos al Acuerdo de París.

«Da un nuevo espacio para que a nivel del gobierno federal de Estados Unidos se desarrollen políticas, a nivel federal y dentro de las agencias, para contrarrestar el cambio climático y las emisiones, y desarrollar nuevas políticas que ayuden a preparar mejor los territorios en Estados Unidos y a Puerto Rico a enfrentar las consecuencias del cambio climático», explicó

«No es solo mirarlo desde la óptica de huracanes y tormentas, sino también en la biodiversisad y del aspecto de desarrollo económico relacionado a eso, mirar como las actividades económicas comerciales y sociales se pueden ver mejor preparadas para enfrentar las consecuencias de un clima cambiante», indicó Aponte González.

Aponte González también señaló que las futuras inversiones públicas sobre infraestructura de agua, energía y carreteras deberán hacerse reconociendo los impactos del cambio climático.

«Queda por ver en la reintegración de Estados Unidos cómo quedan las políticas que se desarrollan, porque no es solo la mirada del presidente. Va a requerir atención del congreso, tanto en Cámara como en Senado», sostuvo Aponte González.

Aún es incierto si Senado será controlado por el partido demócrata, que encabeza Biden, o el partido republicano.

Mencionó que también Biden busca nuevas políticas de fuentes de energía renovable e inversión de infraestructura para que los territorios y estados sean más resilientes para soportar los impactos de desastres futuros.

¿MUY AMBICIOSO?

Para el abogado José Bagué, quien ha litigado en pleitos relacionados al ambiente, el compromiso Biden de reintegrar Estados Unidos al Acuerdo de Cambio Climático es parte de su plan para que en el 2035 toda la energía que se produzca en Estados Unidos provenga de energía limpia o libre de carbón.

Según explicó Bagué, el plan propone que para el 2050, se logre un balance neto cero de emisión de carbono, que implicaría que cualquier emisión que se genere por otras razones que no sea en producción de electricidad, como vehículos de motor o equipos agrícolas, debe ser compensado como esfuerzos de protección del ambiente, como plantar árboles.

«Creo que son (metas) idealistas y el Acuerdo de París también es idealista», sostuvo Bagué, quien plantea que el cambio climático es una realidad desde mucho antes de que la humanidad comenzará emisiones de carbono y que, de forma natural, se emite carbono a través de los árboles, volcanes y en fenómenos naturales como terremotos.

Bagué, quien resaltó que Biden es un presidente proyectado y recordó que en la cerrada elección Bush v. Gore no se resolvió la presidencia hasta el 31 de diciembre de 2000, mencionó que entre las formas de energía limpia que hay en Estados Unidos se encuentra la energía nuclear.

Sin embargo, reconoció que en Puerto Rico hay demasiada oposición el establecimiento de plantas de esta naturaleza.

Desde su parecer, la oposición surge a partir de los mitos asociados a accidentes aislados que han ocurrido en centrales.

El abogado proyectó que Puerto Rico solo se podría beneficiar de este tipo de generación de electricidad si viene por un cable desde Florida, donde hay varias plantas funcionado sin incidentes.

Sobre las implicaciones para Puerto Rico de un regreso de Estados Unidos al Acuerdo de París, Bagué recordó que el gobierno local «ya tiene una ley con estas mismas metas del Paris Agreement. Solamente en la medida que el gobierno federal va a estar auspiciando proyectos de energía limpia, eso es bienvenido. Apoyaría las metas legales que ya existen aquí».

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