Por el Lcdo. Alexiomar Rodríguez-López
La mejor forma de ser mejor es siendo diferente. Ya hemos explorado dos (1, 2) de las tres maneras mediante la cual nos podemos diferenciar en el mercado: lo que haces y cómo hacemos lo que hacemos. Según Simon Sinek, la tercera forma de diferenciación es la más poderosa: definir nuestro porqué. Nuestro porqué es nuestro propósito, nuestra razón de ser o nuestro Ikigai.
Ikigai es un concepto japonés que sistematiza la búsqueda del propósito en la vida. Mediante un diagrama de cuatro (4) círculos sobrepuestos, puedes encontrar tu Ikigai al contestar las siguientes cuatro (4) preguntas:
- ¿Qué amas hacer?
- ¿Qué habilidades tienes?
- ¿Qué problema necesita resolver el mundo?
- ¿Por qué solución el mundo está dispuesto a pagarte?
Tu Ikigai será aquello que amas hacer, para lo cual tienes una habilidad por la cual el mercado está dispuesto a pagar para resolver un problema. De lo contrario, podrías terminar con escenarios como los siguientes:
- Pasión + Rentabilidad (sin habilidad) = no vas a ser competente.
- Rentabilidad + Habilidad (sin pasión) = no serás feliz.
- Habilidad + Pasión (sin rentabilidad) = no tendrás suficiente dinero.
Por ejemplo, mi Ikigai es la creación de contenido educativo de alto valor para ayudar a personas emprendedoras a vivir de lo que aman hacer. Otro ejemplo que me viene a la mente es de una abogada con la que colaboré hace unas semanas que se dedica a ayudar a bailarines de ballet y compañías de baile porque ella lleva bailando ballet por más de 25 años.
Una de las cosas que me compartió fue que las personas dentro de ese nicho la escogen a ella como su abogada porque ella es «una de las nuestras». ¡Poderoso!
Ahora que conoces los tres niveles de diferenciación te invito a que los utilices de referencia, pero de adentro hacia afuera: propósito, marca personal y área de práctica. Si tenemos bien claro nuestro porqué, todo lo demás será más fácil de descifrar.
Después de todo, en palabras de Sinek: la gente no compra lo que haces sino por qué haces lo que haces.
Cuéntame ¿cuál es tu Ikigai?