Independientemente de las controversias políticas que puedan surgir en su proceso de confirmación, el juez Roberto Rodriguez Casillas tiene la calidad humana y el potencial profesional para aportar de forma importante desde el Tribunal Supremo de Puerto Rico, según dos juristas que conocen de la trayectoria del nominado.
El gobernador Pedro Pierluisi, electo por el Partido Nuevo Progresista (PNP), nominó a Rodríguez Casillas, quien ha recibido nombramientos a la judicatura tanto de gobernadores novoprogresistas como del Partido Popular Democrático (PPD), a la silla en el Supremo que dejó vacante por disposición constitucional Anabelle Rodríguez.
Su confirmación es incierta porque el presidente del Senado José Luis Dalmau, quien actualmente también es presidente del PPD, ha dicho que “esa vacante no debe ser llenada en estos momentos. Mi posición es invariable”.
El retirado juez del Tribunal de Apelaciones, Carlos Vizcarrondo, dijo que conoció al nominado desde antes de que fuera juez, y que cuando era presidente de la Cámara tuvo la oportunidad de recomendarle a la entonces gobernadora Sila M. Calderón el ascenso de Rodríguez Casillas del tribunal municipal de Carolina al Tribunal Superior.
Posteriormente, presidió un panel en el que trabajó Rodríguez Casillas en el Tribunal de Apelaciones, y afirmó que los jueces que la integraban, en la inmensa mayoría de las ocasiones, lograban conversar sus diferencias para someter opiniones de consenso, con pocas disidentes.
Entre los casos que trabajaron en ese panel, dijo el juez jubilado, estuvo uno relacionado al acceso de algunos estudiantes en medio de un proceso huelgario en la Universidad de Puerto Rico (UPR), y otro relacionado a la extensión de un convicto en el Registro de Ofensores Sexuales, entre otros. Dijo que la información que recibió sobre Rodríguez Casillas. cuando el hoy nominado trabajó en casos criminales en el Tribunal de Primera Instancia de Carolina, es que se desempeñó exitosamente, que se ganó el respeto de los compañeros abogados del foro y que nunca escuchó nada negativo en su contra.
Juez Roberto Rodríguez Casillas es nominado al Tribunal Supremo
“A mí me parece una buena nominación”, dijo Vizcarrondo, quien describió a Rodriguez Casillas como un ejemplo de superación. “Siempre ha sido la misma persona. La toga no ha cambiado esencialmente la naturaleza de buena humanidad del compañero. En todos los casos lo que hizo fue convalidar su conocimiento del derecho y la demostración de su profundidad jurídica”.
“Pienso que es un buen nombramiento. Pienso que si se le da la oportunidad en el Senado se dará a conocer la calidad de jurista y buen humano. Sé que tendrán otras consideraciones, pero yo analizando el nombramiento estrictamente en términos jurídicos, tiene la profundidad jurídica, el temperamento judicial, y la calidad humana que deben buscarse en todo juez”, sostuvo Vizcarrondo.
De otra parte, el exdirector ejecutivo de la Comisión de Derechos Civiles, Osvaldo Burgos, dijo que la decisión del Tribunal de Apelaciones por la que probablemente el juez Rodríguez Casillas deba estar preparado para responder ante el Senado es por la que permitió que el exgobernador Ricardo Rosselló llegar al cargo de delegado congresional, pero sostuvo que la información que tiene es que el juez se ha preparado para atender cualquier duda sobre las más de 1,000 opiniones en las que ha intervenido.
“Roberto y yo tenemos una relación de amistad de más de 30 años. Lo conozco como compañeros de estudio en la universidad, él se graduó antes que yo, pero al año de yo graduarme y juramentar como abogado, compartimos como oficiales jurídicos como por dos años en el Tribunal de Apelaciones”, recordó.
Burgos dijo que Rodríguez Casillas, de quien dijo era una persona atenta a su familia y seres queridos, como estudiante en la UPR era una persona disciplinada y estudiosa, serio en sus procesos de estudio, profundo en sus análisis en la universidad. Como oficial jurídico lo recuerda responsable y bondadoso con los otros oficiales, que compartía sus investigaciones.
Como juez municipal dijo que lo que oía de otros abogados y público, que acudía a su sala, -que por ser una sala municipal, era como una “sala de emergencia”-, era que el hoy nominado al Supremo era afectuoso y cariñoso, incluso cuando tenía que imponer una sentencia de cárcel, tarea que a veces hasta lo ponía triste.
“Nunca he conocido a nadie que Roberto haya tratado mal en su sala, que haya humillado en su sala, que es algo cotidiano en muchas salas del país, pero es algo que nunca he escuchado de Roberto”, comentó. “El Roberto que yo conozco, aunque puedo diferir de sus opiniones como juez, estoy convencido que son decisiones fundamentadas en derecho y, segundo, basadas en un alto sentido de justicia. No puedo atribuirle a Roberto inclinaciones político-partidistas, incluso yo me enteré que Roberto era estadista hace poco, porque eso no era un tema en nuestra relación de amistad que es desde hace 30 años”, sostuvo.
Burgos exhortó a la Comisión de Nombramientos del Senado a evaluar a Rodríguez Casillas con rigurosidad, y que el nominado -que recordó ha ocupado todas las bases desde el punto de vista de la judicatura, como oficial jurídico, juez municipal y en el Tribunal de Apelaciones- explique lo que tenga que explicar.
“Espero que el proceso de análisis a Roberto sea justo. Creo que el país tendría un gran jurista, que le hace falta al Tribunal Supremo”, agregó Burgos.
El Senado informó que aún no hay vistas señaladas para este nombramiento en el Senado.