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El fin de la «affirmative action» y su impacto en la educación

La profesora Yanira Reyes Gil, catedrática y decana de Asuntos Académicos de la Facultad de Derecho de la Universidad Interamericana, conversó con Microjuris sobre la decisión del Supremo federal, en la cual se indica que las universidades no pueden considerar la raza de un aspirante para determinar si aceptarlo como estudiante.

Por Daniel Rivera Vargas

«La decisión del tribunal es mala por muchas razones».

Así describió la profesora Yanira Reyes Gil, catedrática y decana de Asuntos Académicos de la Facultad de Derecho de la Universidad Interamericana, la decisión emitida la semana pasada por el Tribunal Supremo de Estados Unidos en contra de los programas de acción afirmativa.

Con seis votos a favor y tres en contra, el Supremo federal determinó que las universidades no pueden tener en cuenta la raza como un factor para las admisiones.

La opinión fue escrita por el presidente del Supremo federal, el juez John Roberts. El Alto Foro estaba evaluando las políticas de admisión de la Universidad de Harvard y de Carolina del Norte.

Tildan decisión del Supremo como “nefasta”, “triste” y “preocupante”

Reyes Gil resaltó algunas de las opiniones en la decisión durante una entrevista con Microjuris. Veamos. 

Sonia Sotomayor, disidente

Esta disidente es de las mejores opiniones hasta el momento en la trayectoria de la jueza Sotomayor, según la catedrática.

«No solo establece un asunto personal, al identificarse ella como producto de las políticas de acción afirmativa, pero va sobre todos los datos, los detalles, y la historia racial como legal, al explicar los pormenores de la decimocuarta enmienda y la ley de derechos civiles federal».

Sotomayor, asimismo, crítica la óptica de «color blind constitution».

Reyes Gil explicó que en este caso eliminaron precedentes que llevan décadas relacionados a acción afirmativa.

Ketanji Brown Jackson, disidente

La jueza, quien solo participa en la decisión sobre la Universidad de Carolina del Norte porque es egresada de Harvard, ataca con mucha fuerza el «color blindness». De igual forma, menciona que hay que trabajar con la historia.

Dice, a su vez, que la historia de las políticas de acción afirmativas están atadas a la historia de racismo en Estados Unidos y critica que «la mayoría parece pensar que ceguera de raza (racial blindness), resuelve el problema de la desigualdad basada en raza».

«Nadie se beneficia de la ignorancia. El racismo no ha terminado», sostuvo.

Supremo federal determina que universidades no pueden considerar la raza para proceso de admisión

John Roberts, opinión de mayoría

Para Reyes Gil la opinión de John Roberts es contradictoria.  Indicó que un tribunal conservador que ha tratado de hacer un asunto originalista, contradictoriamente en este caso «no mira la intención original de quienes diseñaron la decimocuarta enmienda porque esta no buscaba ser neutral».

«Esa enmienda protegía a una categoría de personas que están en desventaja y que siguen estando en desventaja».

Clarence Thomas, concurrente

Es una victoria personal para Thomas que lleva años rechazando las políticas de acción afirmativa, con la posición de que todo debe verse de forma individual. Es una victoria para el activismo judicial de Thomas.

Según explica la catedrática, la decisión golpea las políticas de acción afirmativa que buscan crear un espacio para aquellas personas que tienen méritos para acceder a ciertas universidades, pero carecen de ventajas económicas, sociales y familiares.

Reyes Gil contó que ella misma, producto de escuelas públicas de Bayamón, probablemente «no hubiera podido obtener su doctorado de la prestigiosa Universidad de Purdue sin un programa relacionado a acción afirmativa».

Para la profesora, parte del problema con la decisión es que asume un acercamiento o estándar de acercamiento a la interpretación constitucional que va a ignorar, o va a aislarse, de consideraciones de impacto social o de justicia social.

«Esta lectura formalista de la justicia, textualista de la constitución, indica que el tribunal se va a acercar de forma ciega a los contextos… esta idea que llama «color-blind constitution», en el análisis de asuntos como discrimen racial, implica que el tribunal va a ir a los aspectos de la constitución sin considerar el legado, la historia del racismo», dijo Reyes Gil.

La catedrática comentó  que no es real lo que plantea el tribunal en este caso porque ignora el hecho de que «hay personas que tienen ventajas sobre otras», que es algo que si esta reconocido por normativas constitucionales como la decimocuarta enmienda o la ley federal de derechos civiles, aprobadas con la intención de erradicar la herencia de desigualdad que existe entre sectores estadounidenses como los negros y los hispanos.

Añadió que la decisión de la semana pasada ha sido el más reciente de varias instancias en que se ha coartado estos programas que buscaban asistir en las admisiones universitarias a sectores raciales desaventajados y se ha probado que tienen un efecto negativo.

Recordó que mientras en Puerto Rico la admisión a universidades depende principalmente del desempeño académico y resultado de los exámenes de admisión, en Estados Unidos se incluye la evaluación del «expediente».

Explicó que el expediente es la enumeración de factores en la trayectoria del estudiante que la institución considera al momento de decidir si lo acepta y la raza era uno de esos criterios hasta la decisión de la semana pasada del Supremo.

Sin embargo, el Supremo sí mantuvo como criterio válido para los estudiantes el factor de «legacy» o legado. Esto quiere decir que aunque no se toma en cuenta la raza, se puede considerar para la admisión que en tu familia hayan egresados de la institución.

Enfoque de «affirmative action»

La profesora aclaró que no es correcto el enfoque de algunas personas de que acción afirmativa se trata de crear cuotas de gente negra o latina en las universidades porque esto hace décadas fue declarado inconstitucional.

Lo que sí estaba permitido es que la raza fuera un factor bajo consideración para la admisión de un estudiante, sostuvo.

«Yo no creo, en mi opinión, que ninguna ley por sí misma, ningún programa de acción afirmativa por sí mismo, puede eliminar un problema racial con tanto arraigo como el racismo, pero ciertamente negar el racismo, o negar la existencia de problemas de desigualdad tan grande como el racismo, no adelanta nada. Lo que hace es llevarnos al momento en que la invisibilización del problema da más espacio para el fortalecimiento», sostuvo.

Asimismo, la profesora dijo que tanto en este caso como en otras decisiones importantes recientes, el alto foro federal ha sido ambivalente en el tema de la legitimación activa o «standing».

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Agregó que en el caso de la diseñadora de páginas web, el daño tampoco parece claro porque resulta que la creadora de contenido nunca había hecho páginas para bodas.

Así que el daño era hipotético (e incluso hay duda de si efectivamente hubo una pareja real de gays que le pidió el diseño de una página web).

Préstamos estudiantiles

Mientras, en el caso de los préstamos estudiantiles, o Biden v. Nebraska, aunque los demandantes eran seis estados, el alto foro solo se expresó que Misuri tenía legitimación activa, pero la realidad es que no era el estado de Misuri el afectado.

Resulta que ese estado tiene una corporación estatal para atender el asunto de los préstamos, y se trata de una corporación con capacidad para demandar y ser demandada, por lo que debía ser esa entidad la demandante, y ellos no comparecieron. «El estado no cumplía con los requisitos de legitimación activa de terceros».

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