El Buró Federal de Investigaciones (FBI por sus siglas en inglés) anunció en las últimas semanas que comenzará a recopilar información acerca del abuso contra los animales mediante un registro digital llamado Sistema Nacional de Informes Basados en Incidentes. Además, ha clasificado estos actos de crueldad en los delitos «Tipo A», que incluyen los asaltos, incendios premeditados, el homicidio y otros delitos graves que son castigados con multas, cárcel o hasta pena de muerte en algunos estados.
Aunque esto no significa que habrá un cambio en la forma en que se llevan los casos a nivel estatal, se espera que la influencia de la información que recopile y el análisis que se haga de estos casos por la agencia, tenga repercusiones a largo en plazo en la forma en que se legisla a nivel estatal.
Comenzando este mes, el FBI comenzará a recopilar datos sobre la crueldad animal, que permitirá hacer una correlación entre la crueldad animal y otros delitos. Además, debido a estos cambios las agencias de seguridad nacional tendrán que reportar los incidentes y arrestos en cuatro áreas: negligencia grave o simple, abuso intencional, tortura y abuso organizado (peleas de gallos, perros etc.)
La meta, según el comunicado, es que luego de varios años recopilando esta información, otras agencias podrán ver patrones que les permitan obtener los recursos para capturar a los abusadores de animales.
De acuerdo al FBI, la crueldad animal se define como: de forma intencional, a sabiendas o negligentemente, tomar acción para maltratar o matar un animal sin justa causa, tales como torturar, atormentar, mutilar, envenenar o abandonar. Ello incluye las intancias en que haya la responsabilidad de proveer cuidado, albergue, comida, agua, cuidado de estar lastimados, transportación o mantener a un animal en confinamiento tal que se le pueda causar uheridas o la muerte; causar que un animal pelee con otro infligiéndosele daño excesivo, repetitivo o sufrimiento o dolor innecesario. Por ejemplo, utilizar objetos para lastimar o golpear un animal. Esta definición no incluye el mantener el cuidado apropiado de los animales para espectáculos o deportes; la utilización de animales como comida, cacería legal, pesca o para atraparlos.
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