Para el decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Interamericana de Puerto Rico (UIPR), Julio Fontanet Maldonado, la estructura del examen de la reválida local necesitará ser problematizada y revisitada con premura.
El decano explicó que en Puerto Rico contamos con un examen de reválida normativa y no un examen de competencias y criterios.
«La revalida tal y como está construida es injusta para los estudiantes. El examen no está hecho para ver si el estudiante tiene las competencias, el conocimiento y las destreza. El examen está para seleccionar del 33% al 40% de los que toman el examen», puntualizó el decano Fontanet Maldonado a Microjuris.com.
Incluso, resaltó que si la reválida tuviese el propósito de medir la competencia de quienes la toman, puede que hasta un 90% de las personas que tomen el examen puedan pasarla a partir de los dos años.
La discusión sobre la estructura de la reválida se agudizó luego que la American Bar Association (ABA) les enviara una carta anunciándole a la universidad que eran parte de las 10 escuelas de derecho que no estaban cumpliendo con el estándar 316 de acreditación que exige una tasa de aprobación de la reválida de al menos el 75% a partir de los dos años de la graduación.
El estándar se aprobó en el 2019 y, a palabras del decano Fontanet Maldonado, fue de una forma atropellada y contraria a lo propuesto por el House of Delegales de la ABA.
«Hay varias escuelas considerando cuestionar el trámite de la nueva interpretación y cómo la reglamentación afecta a las universidades donde estudian sectores minoritarios», señaló.
El decano también sostuvo que el estándar que se aprobó en el 2019 puede afectar la diversidad dentro de la profesión legal y adelantó que el Departamento de Educación Federal y el Federal Trade Commission pudiesen tener reservas con la interpretación del estándar por cómo limita la competencia entre las escuelas de derecho y violenta disposiciones antimonopolísticas.
«La norma está siendo cuestionada por su tracto y por sus efectos. No me sorprendería que con un cambio de gobierno se revierta o hayan cuestionamientos sobre la forma en que se interpreta», resumió.
El decano Fontanet Maldonado también sostuvo que «lo injusto del estándar es que no puedes establecer mismo criterio cuando hay distintos tipos de examen en los estados. Mientras no sea igual, no puedes usar el mismo criterio».
Mientras tanto, señaló que en Puerto Rico «es importante cambiar el sistema de validación y medición de respuestas en la reválida y yo esperaría que ya en la próxima reválida esté disponible ese cambio: que la pregunta que muy pocos estudiantes contestan correctamente —porque era compleja o estaba mal redactada— deje de ser una pregunta que la reválida le de más valor y que la que todos tengan buena, no cuente».
Un elemento que resaltó el decano para ilustrar la importancia de repensar la estructura de la reválida es que el porcentaje más bajo de aprobación de la reválida local proviene de personas que estudiaron en escuelas de derecho fuera de Puerto Rico.
«Mira si el problema es estructural que en el cohorte del 2016 ninguna escuela en Puerto Rico llegó al 75% de los pases», sostuvo.
El decano resaltó la disposición de la jueza presidenta Maite Oronoz Rodríguez y el pleno del Tribunal Supremo de Puerto Rico, «que han estado muy receptivos y nos parece que hay una gran apertura para atender la reválida que no se reevalúa hace más de 20 años».
Nuevas estrategias para fomentar los pases
El profesor Fontanet Maldonado puntualizó que todas las escuelas están siempre trabajando para proveerle a sus estudiantes nuevas estrategias para superar los exámenes de reválida de manera satisfactoria.
La primera medida que ya viene implantando la Facultad de Derecho de la Universidad Interamericana son los exámenes de reválida simulados. Los estudiantes se exponen a un escenario parecido a la reválida.
Antes solo se impartía un examen simulado a los estudiantes que estaban por graduarse, pero ahora se impartirá la evaluación desde el año y medio en la Facultad de Derecho de la UIPR.
La segunda estrategia es el desarrollo de avalúo durante el semestre y no —simplemente— un examen final al terminar el curso. La medida permite que el estudiante pueda identificar las áreas que debe atender antes del examen parcial o final. Además, permite que el profesorado pueda acompañar al estudiante en ese proceso.
«Cada vez que terminen una sección del curso, se hará un avalúo para constatar el aprovechamiento del estudiante en la sección. El proceso permite que el profesor monitoree al estudiante para diagnosticar las áreas en que necesita un apoyo adicional», sostuvo el decano Fontanet Maldonado.
La tercera estrategia o medida para garantizar el pase de los estudiantes es a través de la Oficina de Apoyo Académico. La oficina ofrece talleres y seminarios para atender las inquietudes o necesidades de los estudiantes en sus tres o cuatro años de estudio.
La cuarta estrategia surgió a partir de la pandemia por COVID-19.
La pandemia les obligó a cancelar los cursos presenciales de preparación para la reválida, así que generaron un repaso de reválida OnDemand.
«El estudiante podrá acceder a las distintas materias evaluadas en la reválida y no tiene que estar a determinada hora», explicó.
Mientras tanto, el decano Fontanet Maldonado puntualizó que las estrategias para atender los pases de reválida son proyectos que forman parte del día a día de las instituciones educativas.
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