Fuera de líneas partidistas y con diversos mecanismos que incluyen litigios entremezclados con activismo comunitario, la profesora Adi Martínez Román detalló los planes de la nueva organización en la que milita, Right to Democracy, que aspira a la derogación de los casos insulares, el marco legal que permite que a Puerto Rico y otros cinco territorios estadounidenses se les discrimine a nivel federal.
Coincidiendo con el 125 aniversario de la invasión de Estados Unidos a Puerto Rico, y el tratado de París de 1898 en el que España cedió Borinquen a un nuevo poder colonial, la organización Right to Democracy comienza este próximo primero de enero, en el Ateneo Puertorriqueño, la primera de varias visitas a diferentes ciudades y territorios para ir lanzando la organización y su proyecto comunitario en contra de la doctrina legal de origen racista, según explicó Martínez Román en entrevista con Microjuris.
«Creemos que es importante, y a la misma vez integrar las voces de nuestros colaboradores, directores de la junta, asesores y otros con los que estamos trabajando para que hablemos de la importancia de porque en este momento histórico se deben revocar los casos, se desmantelen, se condene la realidad de que aún hay colonias bajo la jurisdicción de Estados Unidos», dijo Martínez Román.
Luego de la reunión en el Ateneo, portavoces de Right to Democracy celebrará reuniones en Washington DC, en Nueva York y en los territorios de Guam, Islas Vírgenes, Islas Marianas del Norte y se está coordinando también en Samoa Americana, todo con miras a una cumbre en la que participen personas de todos estos sectores en septiembre.
Estas son reuniones presenciales, pero la organización ya tiene presencia virtual en el portal Right to Democracy, donde educan sobre su misión, pero además exhortan a toda la ciudadanía a expresarse sobre qué representa para ellos el derecho a la democracia, dijo la profesora de la Universidad de Puerto Rico (UPR), co directores del grupo junto al abogado Neil Weare.
Objetivos de «Right to Democracy»
Abundó que uno de los objetivos es crear un movimiento fuera de líneas partidistas para denunciar los casos insulares, que ya incluso voces conservadoras como la del juez Neil Gorsuch ha catalogado como una aberración, pero por su existencia se fomenta la inacción del Congreso y que hasta el departamento de Justicia use esa casuística para justificar el no conceder derechos fundamentales a ciudadanos americanos solo por vivir en esos territorios.
«El marco colonial afecta a todes, independientemente de cuál resultado queremos, o quiera una persona o un grupo. Lo que estamos planteando es que primero debemos lograr es que Estados Unidos reconozca que tiene colonia, y revocar el marco legal que es el que mantiene legítimamente (el sistema colonial), que el congreso no está haciendo nada afirmativo para revocar ese marco de acción. Que el tema de los territorios sigue siendo un pensamiento posterior, que no tiene mucha importancia porque llevamos ya más de 120 años donde el gobierno de Estados Unidos ha tenido la excusa de los casos insulares para tener colonias en estos territorios», sostuvo Martínez Román.
«Hay un sistema colonial basado en una política racista, en la idea de una inferioridad como pueblo, de entender los sistemas políticos, en eso se basan esas decisiones», añadió.
La profesora dijo que actualmente «Right to Democracy» cuenta con una plan que se subdivide en tres estrategias:
- Abogacía: esta estrategia a su vez se subdivide en dos posibles facetas, por un lado litigios enfocados en la abogacía comunitaria y más centrados en los clientes, pero también el renglón adicional de cabildeo para atender posibles leyes, reglamentos y otras formas de ordenamiento con base jurídica.
- Ecosistema: mediante el proceso de diálogos ya comenzados de forma virtual y que se seguirá fomentando en los encuentros presenciales se busca entender los efectos concretos del marco colonial con voces de todos los territorios y sus diásporas. Se buscarán sectores como los jóvenes, los ancianos, los veteranos, pensionados y pobres, y como por el marco colonial reciben menos ayudas que las personas con sus mismas realidades, pero no viven en esos territorios.
- Cambio de narrativa: Usando estrategias de comunicaciones se busca un reconocimiento de que existen colonias bajo el poder de Estados Unidos, algo que no se conoce en la mayor parte de los ciudadanos de ese país.
El esfuerzo busca aglutinar las experiencias de necesidades de las personas de estos cinco territorios, que viven tan lejanos que, cuenta la profesora, a veces son las 10:00 p.m. hora de Puerto Rico cuando ella está reunida con alguien del grupo de uno de los territorios en el Pacifico, donde la hora es las 8:00 a.m.
«Para mí que estoy entrando ahora en este esfuerzo es fascinante, hablar con gente como de American Samoa y ver cómo se materializa la colonia en ese territorio. Creemos que esto enriquece la discusión para los puertorriqueños», mencionó.
Sin querer entrar en mayores detalles, Martínez Román dijo que como parte de los esfuerzos del grupo, y en colaboración con bufetes interesados en el tema, se podría llevarse algún nuevo caso a las cortes este mismo años para disputar la legitimidad de los casos insulares, pero quizá como parte de una causa de acción que enfoque el tema de manera distinta ante los foros judiciales.
Las expresiones de Gorsuch en contra de casos insulares se dieron en el contexto del caso atendido por el Tribunal Supremo de Estados Unidos, Us v. Vaello, donde se aludió a la doctrina de casos insulares. Hubo otro caso que debatía el tema pero cuyo certiorari no fue expedido, US v. Fitisemanu, que cuestionaba directamente los casos insulares.
El escrutinio judicial en esos recursos no llegó a invalidar los casos insulares, que datan de principios del siglo pasado.